La grasa del vientre (obesidad abdominal) puede aumentar el riesgo de una persona de sufrir un segundo ataque cardíaco, incluso si está tomando la medicación adecuada y siguiendo otros consejos médicos, como una alimentación saludable y la práctica de ejercicio.
Las personas que sobreviven a un ataque cardíaco que tienen exceso de grasa alrededor del abdomen corren un mayor riesgo de sufrir otro ataque cardíaco.
Las investigaciones ya habían establecido que, la obesidad abdominal, o grasa abdominal, es un factor de riesgo para tener un primer ataque cardíaco, pero ahora un estudio realizado en el Instituto Karolinska en Estocolmo (Suecia), confirma una asociación entre la obesidad abdominal y los ataques cardíacos repetidos.
En este estudio, los pacientes con niveles crecientes de obesidad abdominal tenían un mayor riesgo de eventos recurrentes a pesar de estar en terapias que reducen los factores de riesgo tradicionales relacionados con la obesidad abdominal, como los antihipertensivos, los medicamentos para la diabetes y los fármacos hipolipemiantes.
Mantener una circunferencia de cintura saludable es importante para prevenir futuros ataques cardíacos y derrames cerebrales, independientemente de cuántos medicamentos estés tomando o lo saludable que sean tus análisis de sangre.
La mayoría de los 22.000 participantes en este estudio tenían obesidad abdominal. Casi el 80% de los hombres tenían una circunferencia de cintura de más de 94 centímetros y el 90% de las mujeres tenían una circunferencia de cintura de 80 centímetros o más.
Tras un seguimiento de 3,8 años, los investigadores descubrieron que el aumento de la obesidad abdominal se asociaba con ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, independientemente de otros factores como el tabaquismo y la diabetes, y a pesar de que los participantes realizaban tratamientos preventivos para evitar un evento cardíaco secundario.
Los investigadores dijeron que la circunferencia de la cintura era un marcador más importante de un evento cardiovascular recurrente que la obesidad general.
Se ha demostrado que la medición de la cintura y la relación cintura-cadera son bastante útiles para predecir el riesgo de ataques cardíacos que el IMC, ya que son específicas de la grasa abdominal.
La obesidad abdominal se asocia con niveles elevados de azúcar en la sangre, hipertensión y el aumento de factores inflamatorios.
La principal conclusión de este nuevo estudio es que los supervivientes de un primer ataque cardíaco, junto con los medicamentos que disminuyan la posibilidad de un segundo ataque, también deben hacer cambios saludables, fundamentalmente en su alimentación y actividad física.