Nuevas cifras para valorar nuestra tensión arterial.

cifras-tensión-arterial

El pasado mes de noviembre el Colegio Americano de Cardiología y la Asociación Americana del Corazón modificaron las cifras que definen la hipertensión arterial, eliminando la categoría hasta ahora denominada prehipertensión y poniendo un especial énfasis en los cambios de estilo de vida como la piedra angular del tratamiento.


Una de las principales razones por las que se han modificado estas cifras se debe a que el riesgo cardiovascular comienza a aumentar de forma abrupta a niveles más bajos que los anteriormente propuestos.

La presión arterial normal se sigue considerando a la inferior de 120 mm Hg la sistólico (máxima) y 80 mm Hg la diastólica (mínima).

A partir de aquí, las categorías de hipertensión son:

- Presión arterial elevada (sustituye a la anterior categoría de prehipertensión): sistólica entre 121-129 con diastólica normal, es decir inferior a 80.

- Hipertensión arterial nivel 1: sistólica entre 130-139 y diastólica entre 81-89 mm de Hg.

- Hipertensión arterial nivel 2: sistólica de 140 o superior y diastólica de 90 o superior.

Por poner un ejemplo de la importancia de estas cifras, el riesgo de ataque cardíaco o accidente cerebrovascular se duplica en la personas con niveles de 130/80 en comparación con aquellas cuyos niveles son de 120/80 o inferior.

A las personas con presión arterial elevada e hipertensión nivel 1, se les recomienda cambios en el estilo de vida, como perder peso utilizando alimentos que reducen la tensión arterial, hacer ejercicio, dejar de fumar, limitar el consumo de alcohol y modificar su dieta reduciendo los niveles de sodio, potasio y seguir un plan de alimentación DASH.



Las personas con HTA nivel 1 si no consiguen reducir sus cifras con estos cambios en su estilo de vida, son candidatos a la toma de medicamentos para conseguirlo. A las personas con HTA nivel 2 se les recomienda la toma de medicamentos contra la hipertensión junto con cambios en su estilo de vida, desde el principio.

Es vital darnos cuenta que la cifras de tensión arterial alta plantea importantes riesgos para nuestra salud y bienestar, siendo nuestro médico quien valore el tipo de tratamiento que necesitamos de forma individualizada, en dependencia de las nuevas cifras establecidas, edad (mayores de 65 años) o enfermedades asociadas, entre otras.