El tipo de alimentación que seguimos a lo largo de nuestra vida es una de las principales herramientas para prevenir las enfermedades más comunes durante la vejez.
Un reciente estudio realizado por la Universidad de Washington predice que España será líder en la esperanza de vida en el mundo en el año 2040. Este aumento de la longevidad conlleva también un incremento en la incidencia de determinadas enfermedades crónicas propias o muy comunes en la vejez.
Fundamentalmente el tipo de alimentación y el ejercicio que realicemos a lo largo de nuestra vida, son dos factores esenciales que ayudan a prevenir la aparición de este tipo de enfermedades. La introducción en nuestros hábitos de vida de algunos alimentos van a ser una pieza clave.
¿Qué enfermedades podemos prevenir con nuestra alimentación?
Dentro del grupo de enfermedades más frecuentes durante la vejez podemos destacar por su importancia:
1.- Enfermedad de Alzheimer.
Incluyendo en este apartado otros tipos de demencia senil, como la frontotemporal, la de cuerpos de Lewy o la demencia multiinfarto.
Existen alimentos cuyas propiedades nutricionales los convierten en neuroprotectores, destacando:
- Las verduras, fundamentalmente las de hoja verde como la col rizada y las espinacas.
- Los frutos secos, sobretodo las nueces.
- Frutos rojos como las hayas, arandanos y fresas.
- Las legumbres, destacando las alubias pintas.
- Pescados ricos en ácidos grasos omega 3, como atún, salmón o sardinas. Se recomienda como máximo 1-2 raciones a la semana.
- Aves de corral, tipo pollo o pavo. Es aconsejable 2 raciones a la semana.
- Aceite de oliva virgen extra, es fundamentalmental por su alto contenido en omega 3.
- Se recomienda un máximo de 1 copa de vino al día en mujeres y 2 copas en hombres. En esos niveles el vino tiene efectos cardio y neuroprotectores, superando esos límites es perjudicial.
- No se recomienda en personas con problemas de memoria o afectación neurológica ni los fritos ni los dulces.
2.- Artrosis.
Esta enfermedad se debe al degaste de la articulaciones y tiene como principal síntoma el dolor. El ejercicio es básico para prevenir esta enfermedad junto a determinados alimentos ricos en vitamina C, como:
- Frutas como naranja, mandarina o kiwi.
- Todas las legumbres.
- Frutos rojos: arándanos, fresas y hayas.
- Se debe suprimir de nuestra alimentación las carnes rojas, los fritos y alimentos muy procesados.
3.- Osteoporosis.
Se caracteriza por la pérdida de los minerales que componen los huesos, fundamentalmente calcio, provocando una disminución en la densidad ósea y un aumento en el riesgo de padecer fractruras.
Junto a los alimentos ricos en calcio, es fundamental la vitamina D pues se encarga de transportar el calcio hasta los huesos, sin olvidar que para que esta vitamina se active en el organismo es necesaria la acción de las radiaciones solares sobre nuestra piel.
- Los alimentos que más calcio nos aportan son: los productos lácteos, como la leche, yogur, cuajada o queso, el tofú, alubias, garbanzos, los frutos secos, las sardinas en lata, verduras como la col o el brócoli, frutas como las naranjas y los higos, los cereales en grano y sin olvidar alimentos enriquecidos con calcio, comomlos cerales del desayuno.7
- la vitamina D la podemos encontratr en alimentos como pescados tipo el arenque, caballa, sardinas, atún o salmón, también en los huevos, leche de vaca, setas, shitake y en leches vegetales enriquecidas con soja o arroz.
4.- Diabetes
Existen alimentos que nos ayudan a controlar los niveles glucosa en sangre (glucemia), entre los que destacan:
- Plátano y arandanos.
- Semillas de cáñamo, chía y lino.
- Nueces.
- Canela y trigo.
- Aceitunas negras.
- Espinacas, remolacha, shitake y chucrut.
5.- Ictus.
Los accidentes cerebro-vasculares o ictus son mucho más frecuentes en personas que padecen de hipertensión arterial. Esto hace que los alimentos con capacidad de regular la presión arterial ayuden a prevenir esta enfermedad.
Este grupo de alimentos son:
- Ajo y cebolla.
- Aceite de oliva.
- Legumbres.
- Canela y linaza.
- Apio, remolacha y linaza.
- Alcachofa.
- Peras y granadas.
- Semillas de lino, cáñamo y chía.
- Agua de coco.
- Productos lácteos bajos en grasas.
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