Los granos de café descafeinado se lavan con disolventes para eliminar el 97% del contenido de cafeína antes del tostado, pero aparte de la cafeína, el valor nutricional del café descafeinado debería ser casi idéntico al del café normal.
Hay muchas formas de eliminar la cafeína de los granos de café. La mayoría de estos métodos incluyen agua, solventes orgánicos o dióxido de carbono. La cafeína también se puede eliminar con dióxido de carbono o un filtro de carbón, un método conocido como el Proceso Suizo del Agua. Una vez se ha extraído la cafeína, se elimina el disolvente.
Una taza de café normal (150 ml) contiene aproximadamente 70-140 mg de cafeína, variando según el tipo de café y su método de preparación. En cambio, la misma taza con café descafeinado contiene alrededor de 0–7 mg de cafeína.
Tanto el café normal como el descafeinado son ricos en antioxidantes (ambos son la mayor fuente de antioxidantes en la dieta occidental), concretamente en los ácidos hidrocinámicos y los polifenoles, que son muy efectivos para neutralizar compuestos reactivos llamados radicales libres.
Estos compuestos ayudan a reducir el daño oxidativo y puede ayudar a prevenir enfermedades como enfermedades cardíacas, cáncer y diabetes tipo 2.
El descafeinado generalmente contiene cantidades similares de antioxidantes que el café normal, aunque pueden ser hasta un 15% más bajas. Esta diferencia probablemente se deba a una pequeña pérdida de antioxidantes durante el proceso de descafeinado.
Además de los antioxidantes, el descafeinado también contiene pequeñas cantidades de algunos nutrientes, ya que una taza de café descafeinado aporta:
El 2,4% de la ingesta diaria recomendada de magnesio
El 4,8% de potasio
El 2,5% de niacina o vitamina B3
Puede que no parezca una gran cantidad de nutrientes, pero las cantidades se suman rápidamente si bebe 2–3 (o más) tazas de café por día.
¿Qué beneficios tiene para la salud del café descafeinado?
A pesar de haber sido demonizado en el pasado, la verdad es que el café está relacionado con numerosos beneficios para la salud, que se atribuyen principalmente a su contenido antioxidante y otras sustancias activas.
Aunque la mayoría de los estudios no diferencia entre el café normal y el descafeinado, sí que se sabe que este último se asocia a determinados beneficios para la salud:
Beber café, tanto normal como descafeinado, se ha relacionado con un menor riesgo de diabetes tipo
El café descafeinado se asocia con niveles reducidos de enzimas hepáticas, lo que sugiere un efecto protector para el hígado.
Beber café descafeinado también se ha relacionado con una reducción pequeña pero significativa en el riesgo de muerte prematura, así como la muerte por accidente cerebrovascular o enfermedad cardíaca.
Los estudios en células humanas también muestran que el café descafeinado puede proteger las neuronas en el cerebro. Esto podría ayudar a prevenir el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
El café descafeinado causa significativamente menos reflujo ácido que el café normal. Beber más de dos tazas al día también puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cáncer rectal.
¿Quién debería elegir descafeinado en lugar de café regular?
Si bien la tolerancia individual puede variar, los adultos sanos deben evitar más de 400 mg de cafeína por día. Esto es aproximadamente el equivalente a cuatro tazas de café.
El aumento del consumo puede conducir a un aumento de la presión arterial y la falta de sueño, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.
El exceso de cafeína también puede afectar el sistema nervioso central o provocar inquietud, ansiedad, problemas digestivos, arritmia cardíaca o problemas para dormir en personas sensibles.
Aquellas personas con ciertas enfermedades también pueden requerir dietas restringidas en cafeína. Esto incluye a las personas que toman medicamentos recetados que pueden interactuar con la cafeína.
Además, se aconseja a las mujeres embarazadas y lactantes que limiten su consumo de cafeína.