El hipo aparece cuando tu diafragma, que es un músculo que te ayuda a respirar, empieza a tener espasmos y tus cuerdas vocales se cierran, ocasionando un sonido diferente al habitual.
Casi todos hemos tenido hipo en algún momento y generalmente desaparece por sí solo en unos minutos, pero mientras dura puede ser molesto e interferir con las comidas y al conversar.
Existen factores en el estilo de vida que pueden ocasionar el hipo, incluyendo:
Comer demasiado o demasiado rápido
Bebidas carbonatadas
Alimentos picantes
Estar estresado o emocionalmente entusiasmado
Beber alcohol
Estar expuesto a cambios rápidos de temperatura
Los casos comunes de hipo que se activan por factores de estilo de vida normalmente pueden prevenirse realizando algunos cambios en estos hábitos.
Come cantidades más pequeñas por porción
Come más lento
Evita los alimentos picantes
Bebe menos alcohol
Evita las bebidas carbonatadas o gaseosas
Practica técnicas de relajación, como respiración profunda o meditación para reducir el estrés
Además de estas medidas de prevención, existen consejos útiles que sirven para hacer frente a ataques cortos de hipo.
Técnicas de respiración y postura
Algunas veces, un simple cambio en tu respiración o postura puede relajar tu diafragma.
1. Practica una respiración pausada. Interrumpe tu sistema respiratorio con una respiración lenta y mesurada. Inhala a la cuenta de cinco y exhala a la cuenta de cinco.
2. Contén tu respiración. Inhala una buena cantidad de aire y retenlo durante aproximadamente 10 a 20 segundos, luego expúlsalo lentamente. Repite si es necesario.
3. Respira en una bolsa de papel. Coloca una bolsa de papel sobre tu boca y nariz. Inhala y exhala lentamente, inflando y desinflando la bolsa. Nunca utilices una bolsa plástica.
4. Abraza tus rodillas. Siéntate en un lugar cómodo. Lleva tus rodillas hacia tu pecho y sostenlas allí durante dos minutos.
5. Comprime tu pecho. Inclínate o agáchate hacia adelante para comprimir tu pecho, lo cual ejerce presión en tu diafragma.
6. Utiliza la maniobra de Valsalva. Para hacer esta maniobra, intenta exhalar mientras aprietas tu nariz y mantienes tu boca cerrada.
Puntos de presión
Los puntos de presión son áreas de tu cuerpo que son particularmente sensibles a la presión. Aplicar presión a estos puntos con tus manos puede ayudar a relajar tu diafragma o estimular tus nervios vago o frénico.
7. Tira de tu lengua. Agarra la punta de tu lengua y tira suavemente hacia adelante una o dos veces.
8. Presiona tu diafragma. Tu diafragma separa el abdomen de la cavidad torácica. Utiliza tus manos para aplicar presión en el área justo debajo del extremo de tu esternón.
9. Aprieta tu nariz cerrada mientras tragas agua.
10. Aprieta la palma de tu mano. Utiliza tu pulgar para aplicar presión en la palma de tu mano.
11. Aplica un masaje a tu arteria carótida. Tienes una arteria carótida en ambos lados de tu cuello. Eso es lo que sientes cuando compruebas tu pulso al tocar tu cuello. Recuéstate, gira tu cabeza hacia la izquierda y aplica masaje a la arteria del lado derecho con un movimiento circular durante 5 a 10 segundos.
Cosas para comer o beber
Comer ciertas cosas o cambiar la manera como bebes también puede ayudar a estimular los nervios vago o frénico.
12. Bebe agua con hielo. Beber agua fría lentamente puede ayudar a estimular el nervio vago.
13. Bebe del lado opuesto del vaso. Inclina el vaso hacia arriba debajo de tu barbilla para beber del otro extremo.
14. Bebe lentamente un vaso de agua tibia sin dejar de respirar.
15. Bebe agua a través de un paño de tela o toalla de papel. Cubre un vaso de agua fría con un paño de tela o toalla de papel y bebe.
16. Chupa un cubito de hielo. Chupa el cubito de hielo durante unos minutos, cuando se haya derretido hasta un tamaño adecuado, trágatelo.
17. Haz gárgaras con agua fría. Haz gárgaras con agua fría durante 30 segundos. Repite si es necesario.
18. Come una cucharada de miel o mantequilla de maní. Deja que se disuelva un poco en tu boca antes de tragar.
19. Come algo de azúcar. Coloca una pizca de azúcar granulada en tu lengua y déjala allí durante 5 a 10 segundos, luego trágala.
20. Chupa un limón. Algunas personas le agregan un poco de sal a su rodaja de limón. Enjuaga tu boca con agua para proteger tus dientes del ácido cítrico.
Cuándo visitar a un médico
La mayoría de casos de hipo desaparecen a los pocos pocos minutos u horas. Si regularmente tienes hipo o este dura más de dos días, habla con tu médico. Tu hipo podría ser una señal de una patología subyacente tal como:
Reflujo gastroesofágico
Accidente cerebrovascular
Esclerosis múltiple
Además, algunos casos de hipo son más molestos que otros. Cuando esto sucede, tu médico podría recetarte un medicamento para ayudar a detenerlo.