Aproximadamente la mitad de las personas que sufren migrañas asocian su dolencia con determinados cambios climatológicos.
Las tormentas, las temperaturas extremas y los cambios en la presión barométrica pueden alterar los niveles de serotonina y otras sustancias químicas en el cerebro desencadenando estos dolores de cabeza.
Al igual que algunos alimentos, cambios hormonales o el estrés, el clima, solo o asociado a otras situaciones,también puede ser un factor desencadenante de migrañas.
Temperatura y humedad.
Diversos estudios asocian los días cálidos y húmedos con una mayor incidencia de migrañas. También los cambios bruscos de la temperatura o la humedad, hacia arriba o hacia abajo, se consideran un factor desencadenante en algunas personas.
Una posible razón para el aumento de los dolores de cabeza durante los días cálidos podría ser la deshidratación, ya que es un desencadenante reconocido de la migraña.
Las personas más sensibles a la temperatura suelen tener más migrañas en invierno, mientras que las que no son tan sensibles a la temperatura tienden a tener más dolores de cabeza en verano.
Luz del sol
Los expertos dicen que la luz solar podría viajar a través de la retina y el nervio óptico y activar células nerviosas sensibles en el cerebro.
Otra teoría es que la radiación ultravioleta del sol conduce a la liberación de químicos en la piel que dilatan los vasos sanguíneos, lo que puede desencadenar una migraña.
Algunos estudios indican que las personas tienen más migrañas cuando se exponen al sol de verano (que es más fuerte) que al sol de invierno (que es más débil).
Cambios en la presión atmosférica.
El aumento de la presión barométrica (la presión del aire que nos rodea está aumentada) hace que los vasos sanguíneos se contraigan, mientras que el descenso de la presión hace que los vasos sanguíneos se dilaten.
Cuando existe una caída en la presión barométrica y los vasos sanguíneos en el cerebro se dilatan, se produce una liberación de serotonina, desencadenando un fenómeno visual denominado aura. Cuando los niveles de serotonina bajan nuevamente, los vasos sanguíneos se contraen y desencadenan una migraña.
¿Qué puedes hacer?
Aunque no puedes controlar el clima, sí que puedes tener un mayor control sobre tus migrañas cuando cambia la temperatura o la humedad.
Mantener un diario anotando que estás haciendo cuando aparece una migraña te ayuda a conocer los factores desencadenantes y dentro de ellos saber qué patrones climáticos tienden a desencadenar tus dolores de cabeza.
Intenta limitar el tiempo al aire libre cuando las condiciones climáticas parecen desencadenar un dolor de cabeza. Y si tienes que estar al sol, protege tus ojos con un par de gafas de sol con filtro ultravioleta.