Retinopatía hipertensiva: como afecta la tensión arterial alta a tu visión.





Cuando la presión arterial es demasiado alta, los vasos sanguíneos de la retina se estrechan, provocando problemas en la visión. A esta situación se le denomina retinopatía hipertensiva (RH).


La retina es la capa de tejido situada en la parte posterior del ojo cuya función es la de transformar la luz en señales nerviosas que luego se envían al cerebro para su interpretación. Para su correcto funcionamiento es necesario, entre otros factores, que los vasos sanguíneos le aporten suficiente oxígeno y nutrientes a través de la sangre. 


En las personas donde la presión arterial alta se prolonga en el tiempo, las paredes de sus vasos sanguíneos sufren un engrosamiento debido a la fuerza con que la sangre choca contra ellas. Este engrosamiento de las paredes arteriales lleva consigo un estrechamiento de su interior, que es el lugar por donde circula la sangre. Debido a esto, el aporte sanguíneo de la retina se ve disminuido, afectando a su normal funcionamiento. 


Aunque en la mayoría de las ocasiones no se padece ningún síntoma de RH hasta que la afección haya progresado ampliamente, es importante saber que los signos y síntomas que suelen aparecer incluyen:

 

- Visión reducida

- Hinchazón de los ojos

- Rotura de un vaso sanguíneo

- Visión doble (diplopia) acompañada de dolores de cabeza


En el caso de sufrir tensión arterial alta y notar alguno de estos cambios en la visión, es importante buscar ayuda médica de inmediato. 


Existen unos factores de riesgo de retinopatía hipertensiva que predisponen a padecerla, entre ellos destacan:


- Hipertensión arterial prolongada

- Enfermedad cardíaca 

- Aterosclerosis

- Diabetes mellitus

- Tabaco 

- Colesterol alto

- Sobrepeso

- Alimentación poco saludable

- Alto consumo de alcohol. 


Además, esta enfermedad es más común en personas de ascendencia africana, particularmente en personas afro-caribeñas y en las mujeres. 


Para su diagnóstico, tu oftalmológo puede utilizar 2 métodos:


- Oftalmoscopio: es una herramienta que emite una luz que atraviesa la pupila para examinar la parte posterior de tu ojo en busca de signos de estrechamiento de los vasos sanguíneos o para ver si hay alguna fuga de líquido en los vasos sanguíneos. Este procedimiento es indoloro y tarda menos de 10 minutos en realizarse.


- Angiografía con fluoresceína: en algunos caso se realiza esta prueba donde se examina el flujo sanguíneo retiniano. En este procedimiento, tu médico aplicará gotas oculares especiales para dilatar las pupilas y luego tomará fotografías de tu ojo. Después de la primera ronda de imágenes, tu oftalmológo inyectará un tinte llamado fluoresceína en una vena. Por lo general, harán esto en el interior del codo. Luego tomarán más fotos a medida que el tinte se mueva hacia los vasos sanguíneos de su ojo.


Según los resultados de estas pruebas, se realiza una clasificación de tu retinopatía, para así el alcance y gravedad de tu enfermedad. Esta clasificación es una escala del 1 al 4, siendo el grado 1 el menos grave y el grado 4 el de mayor severidad. 


En el grado 1, hay un estrechamiento leve de la arteria retiniana.

El grado 2 es similar al grado 1, pero hay estrechamientos más severas. El grado 3 tiene los signos del grado 2, pero también hay edema retiniano, microaneurismas, manchas de algodón (lesiones blancas esponjosas en la retina) y hemorragias retinianas (sangrado). El grado 4 tiene signos graves de grado 3 junto con una inflamación del disco óptico llamada papiledema y edema macular. 


En las personas donde no se diagnostica y trata la retinopatía hipertensiva de forma correcta, se corre el riesgo de que aparezcan complicaciones relacionadas con la retina. Estos incluyen lo siguiente:

 

Neuropatía óptica isquémica: ocurre cuando la presión arterial alta bloquea el flujo sanguíneo normal en los ojos, dañando el nervio óptico. El nervio óptico lleva imágenes de lo que vemos al cerebro.


Oclusión de la arteria central de la retina: ocurre cuando las arterias que llevan sangre a la retina se bloquean por coágulos sanguíneos. Cuando esto sucede, la retina no recibe suficiente oxígeno o sangre provocando pérdida de visión.


Oclusión de la vena central de la retina: ocurre cuando las venas que llevan la sangre lejos de la retina se bloquean por coágulos sanguíneos.



Junto al tratamiento farmacológico que tu médico prescribirá, existen determinados cambios en el estilo de vida que pueden favorecer la evolución de la RH:


Una dieta rica en frutas y verduras puede ayudar a bajar la presión arterial. 


La actividad física regular


La reducción de la ingesta de sal y la limitación de la cantidad de cafeína y bebidas alcohólicas que bebes también contribuyen a una presión arterial saludable. 


Si fumas, toma medidas para dejar de fumar. 


Si tienes sobrepeso, perder peso es una estrategia efectiva para controlar la presión arterial alta.


Realiza controles médicos regulares para asegurarte de que tus niveles  de presión arterial son normales.