Un estudio publicado en JAMA Pediatrics , muestra que los niños que pasan más tiempo frente a la pantalla tienen una menor integridad estructural de la materia blanca cerebral que participa en el lenguaje y otras habilidades emergentes de alfabetización.
El estudio del Centro Médico del Hospital Infantil de Cincinnati evaluó el tiempo frente a la pantalla de 47 niños sanos, 27 niñas y 20 niños, de entre 3 y 5 años, y sus padres.Los niños completaron pruebas cognitivas estándar seguidas de resonancia magnética que proporciona estimaciones de la integridad de la sustancia blanca en el cerebro.
Además se proporcionó a los padres una herramienta para valorar su comportamiento a la hora de seguir las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría (AAP), sobre el control que se debe ejercer tanto en tiempo, contenido y acompañamiento en el visionado de pantallas táctiles para los más pequeños.
El descubrimiento clave de esta investigación fue, que los padres con peor control sobre el uso de pantallas, se asociaron a hijos con una menor integridad de la materia blanca del cerebro, lo que afecta la organización y la mielinización, el proceso de formar una vaina de mielina alrededor de un nervio para permitir que los impulsos nerviosos se muevan más rápidamente, en los tractos que involucran la función ejecutiva del lenguaje y otras habilidades de alfabetización.
Cabe destacar que las recomendaciones actuales de la AAP sobre control parental en el uso de pantallas digitales para niños en edad preescolar, son:
• Para los niños menores de 18 meses, evite el uso de medios de pantalla que no sean chat de video.
• Los padres de niños de 18 a 24 meses de edad que quieran presentar medios digitales deben elegir una programación de alta calidad y verla con sus hijos para ayudarlos a comprender lo que están viendo.
• Para niños de 2 a 5 años, limitar el uso de la pantalla a 1 hora por día de programas de alta calidad. Los padres deben ver los medios junto con los niños para ayudarlos a comprender lo que están viendo y aplicarlo al mundo que los rodea.
• Designar momentos y lugares donde se prohíbe el uso de medios digitales, como durante las comidas, dormitorios, etc.
En conclusión, estos hallazgos resaltan la necesidad de comprender los efectos del tiempo de pantalla en el cerebro, particularmente durante las etapas de desarrollo dinámico del cerebro en la primera infancia, para que los proveedores, los encargados de formular políticas y los padres puedan establecer límites saludables.