Desintoxicación digital: ¿cuándo y cómo desconectarse?

Según diferentes estudios, entre los que destaca el realizado por la Universidad Complutense de Madrid, se calcula que aproximadamente el 5% de la población española presenta síntomas de adicción a ordenadores, tablets o móviles que repercuten en las actividades habituales de nuestra vida.


La expresión "intoxicación digital" hace referencia, de forma genérica, a un uso excesivo de las tecnologías digitales que nos rodean. Más concretamente relaciona un uso compulsivo y poco razonable de estos medios con la aparición de diferentes síntomas, tanto físicos como psíquicos, que van a afectar seriamente a nuestro bienestar.

La ansiedad, depresión, impulsividad, el consumo de determinadas drogas o el padecimiento de determinadas patologías psiquiátricas están en múltiples ocasiones asociadas a este tipo de adicción.

Aunque este problema afecta más a la población joven, fundamentalmente a partir de los 16 años, llama la atención que existe un pico de incidencia en la población adulta hasta los 45 años. Esto convierte a la intoxicación digital en un problema social de gran importancia, pues afecta a diferentes estratos sociales, no solamente a jóvenes y adolescentes.

Como decíamos, este comportamiento adictivo afecta a los dos niveles de nuestra salud:

  • Nivel físico: destacando la aparición de tendinitis en las manos (garra del SMS), tortícolis, fatiga visual e insomnio.
  • Nivel psíquico: además del "síndrome de la vibración fantasma", que consiste en coger erróneamente el móvil creyendo que está vibrando, existen múltiples manifestaciones asociadas, como miedo, ansiedad, soledad, celos, tristeza o escasa capacidad de concentración.

Existen diferentes preguntas que nos podemos hacer para conocer nuestro grado de dependencia:

  • ¿Necesitamos tener siempre a mano nuestro teléfono móvil sin ninguna razón que lo justifique de forma razonable?
  • ¿Tenemos el móvil encendido sobre la mesilla durante toda la noche?
  • ¿Nos llevamos el teléfono a cualquier parte, incluido el baño, por miedo a no oirlo si suena o perdernos algo en redes sociales?
Aunque contestar "sí" a una o varias de estas preguntas no es indicativo de padecer una intoxicación digital, si que debe ponernos en alerta para comenzar a pensar que deberíamos de algún modo, controlar o moderar el uso que hacemos de nuestros dispositivos tecnológicos.

Al igual que en casi todos los campos de nuestra salud y bienestar, la prevención debe de jugar un papel básico. Una de las herramientas más importantes en este terreno, es seguir un curso de desintoxicación digital dirigido por expertos en esta materia.

Este tipo de cursos, mediante consejos, trucos y diferentes métodos, nos ayudan a gestionar el tiempo que pasamos delante de la pantalla sin que por ello aparezcan síntomas por la ausencia en el uso de móviles, tablets u ordenadores.

Los beneficios fundamentales que vamos a encontrar son:
  • Un mayor control sobre nuestras vidas, mejorando de este modo nuestra satisfacción personal y la calidad en las relaciones sociales.
  • Reducirán el estrés y la fatiga, mejorando la atención y productividad.
En definitiva, con una correcta ayuda profesional, tendremos a nuestra disposición poder conocer cuando y como debemos parar o moderar el uso en las tecnologías digitales.