Actualmente la exposición al contenido sexual ya no se limita a la televisión o el uso de Internet. A medida que más niños y adolescentes poseen o tienen acceso a un teléfono inteligente u otro dispositivo móvil, una proporción cada vez mayor está viendo vídeos sexualmente explícitos, fotos y más a través de mensajes de texto, también conocido como "sexting".
En un análisis de 39 estudios realizados en los últimos 10 años que analizaron el comportamiento de adolescentes (12-17 años) y mensajes de texto, se pudo deducir que el 27% de estos adolescentes habían informado haber recibido sexts, habiendo aumentado esta incidencia de forma llamativa en los últimos años. Alrededor del 15% habían enviado mensajes de texto y 1 de cada 8 jóvenes había enviado un mensa je sin el consentimiento del remitente. Las investigaciones no encontraron diferencias significativas entre chicas y chicos tanto a la hora de enviar como de recibir mensajes.
Los hallazgos son preocupantes porque algunos estudios recientes plantean la asociación del sexting con conductas sexuales de riesgo, y también se puede utilizar como una forma moderna de presión entre iguales e intimidación.
Los autores de estos estudios recomiendan que los padres incorporen el sexting en las conversaciones con sus hijos sobre el desarrollo sexual y la presión de grupo. En esta página de la revista JAMA donde se recogen los resultados de este gran análisis científico sobre sexting y adolescencia, se dan también consejos útiles a los padres para saber como introducir este tema en las conversaciones con sus hijos adolescente.
Los autores de estos estudios recomiendan que los padres incorporen el sexting en las conversaciones con sus hijos sobre el desarrollo sexual y la presión de grupo. En esta página de la revista JAMA donde se recogen los resultados de este gran análisis científico sobre sexting y adolescencia, se dan también consejos útiles a los padres para saber como introducir este tema en las conversaciones con sus hijos adolescente.