Hasta la mitad de los casos de cáncer colorrectal podrían prevenirse comiendo saludablemente, estando físicamente activos y manteniendo un peso saludable. Esta es la principal conclusión a la que ha llegado un nuevo informe del Instituto Estadounidense para la Investigación del Cáncer.
Los cánceres de colon y recto comienzan generalmente con pólipos, pequeños crecimientos en la pared interna de estas partes de nuestro sistema digestivo, Algunos de estos pólipos se vuelven malignos por causas en gran parte desconocidas, pero muchas investigaciones van confirmando que existen diferentes claves en nuestra alimentación que pueden reducir el riesgo de estos tipos de cáncer.
1.- Dieta rica en verduras, frutas y granos integrales.
Las verduras más recomendadas son el brócoli, repollo, coliflor, col rizada y otros miembros de las crucíferas, debido a su alto contenido en folato.
2.- ¿Qué importancia tiene la fibra?
Desde hace tiempo se cree que una dieta alta en fibra previene el estreñimiento y esto reduce la exposición de la pared intestinal a determinados cancerígenos, pero varios grandes estudios difieren en sus resultados, ya que unos encuentran efecto protector en la fibra y otros no, esto seguramente se debe a que cuando hablamos de fibra no hablamos de un solo producto sino de muchos.
3.- Cuidar el consumo de carnes.
Cada vez es más evidente que una dieta alta en carnes rojas aumenta el riesgo de cáncer colorrectal, seguramente debido a que en muchas ocasiones se cocinan a altas temperaturas formándose determinadas sustancias químicas que promueven el riesgo de cáncer. Así mismo el consumo de grasas tipo ácidos grasos omega 3 de los pescados en sustitución de otras grasas animales también ayuda en la prevención.
4.- Consumir productos lácteos.
El calcio y la vitamina D que contienen estos productos reduce el riesgo en la aparición de pólipos precancerosos. En concreto se estima que las personas que obtienen mayor cantidad de calcio de los productos lácteos (principalmente leche) tienen un 20% menos de padecer cáncer de colon en comparación con las personas con un consumo bajo de estos alimentos.
5.- Magnesio.
El consumo de 100 mg diarios de magnesio reduce un 12% el riesgo de padecer cáncer colorrectal, siendo especialmente beneficioso en personas obesas o con sobrepeso y en mayores de 55 años. El consumo de pescado, legumbres, espinacas y otros son una buena y necesaria fuente de magnesio para nuestra dieta.
6.- Café
Debido a que existen diversos tipos de café con sus múltiples formas de elaboración existen importantes diferencias entre los estudios científicos sobre sus efectos en el riesgo de cáncer. Pero un gran analisis del Estudio Dieta y Salud NIH/ARP realizado en 2012 en un grupo de personas de 50 a 71 años, se concluyo que el consumo de 4 tazas de café al día (descafeinado) reducía un 15% el riesgo de cáncer colorrectal en comparación con las personas que no lo consumían.
7.- Limitar el alcohol.
La ingesta de más de 2 bebidas con alcohol al día para hombre y 1 para mujeres, aumenta el riesgo de padecer cáncer colorrectal, especialmente en personas con antecedentes familiares.
8.- Conocer nuestros factores de riesgo.
Ser mayor de 55 años, tener antecedentes familiares de esta enfermedad, padecer algún tipo de enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa y otras), son los factores que más nos exponen al riesgo de padecer cáncer colorrectal