El dolor en el talón continua siendo uno de los trastornos que más frecuentemente aparecen en nuestros pies. Debido a que puede tener diferentes causas, aparece tanto en personas que practican determinados deportes como en sedentarias, aumentando su incidencia según se va teniendo mayor edad.
La principal causas del dolor de talón o talalgia es la fascitis plantar, consistente en la inflamación de una gruesa banda fibrosa de tejido que discurre por la planta del pie, desde el talón hasta la base de los dedos.
El dolor en este caso tiene unas características propias, como el que tenga un carácter severo al poner peso sobre los talones cuando nos levantamos o hemos estado largo tiempo sentados, disminuyendo esta intensidad al estar aproximadamente media hora en movimiento.
¿Qué puede provocar la fascitis plantar?
- Llevar zapatos con tacones altos o suela demasiado delgada.
- Caminar o correr medias o largas distancias sobre superficies duras.
- Actividad intensa o prologada en deportes de levantamiento de pesos.
- Sobrepeso
- Problemas biomecánicos como la sobrepronación (el pie se inclina demasiado hacia dentro cuando caminamos o corremos), los pies planos o con arcos muy altos y una diferencia de longitud entre ambas piernas.
¿Qué otras causas puede tener el dolor en el talón?
Además de la fascitis plantar, la talalgia puede ser causada por pequeñas fracturas en el hueso del talón (calcáneo), generalmente debidas a movimientos bruscos y repetidos.
Un crecimiento en el hueso del talón, denominado espolón calcáneo, determinados procesos inflamar¡torios como tendinitis y bursitis, junto con la artritis o el padecer diabetes, pueden ser el origen del problema.
En las personas más jóvenes que todavía están en periodo de crecimiento y practican habitualmente algún deporte, no hay que olvidar la enfermedad de Server como una posible causa.
¿Qué podemos hacer para aliviar el dolor de talón?
Aunque es una dolencia muy susceptible de autotratarse, lo más recomendable ante un primer episodio y sobretodo si el dolor es severo (incluso no deja dormir), es acudir al médico, pues pueden ser necesarias diferentes pruebas, como un estudio biomecánico de la pisada o tratamientos farmacológicos junto con terapias como las ondas de choque o con luz de bajo nivel.
En otras situaciones menos severas y aunque ningún tratamiento funciona para todos, podemos tratar de hacer lo siguiente:
- Hielo en el talón durante 20 minutos, con una frecuencia diaria de 3-4 veces.
- Combinar esta aplicación de frío con un masaje, deslizando por la planta del pie la bolsa de hielo.
- Debemos limitar la actividad física, sobretodo la que conlleve un aumento de peso en el talón. La natación es una buena alternativa.
- Realizar ejercicios de estiramiento tanto de la fascia plantar como de la musculatura de la pantorrilla.
- Dentro de las medidas preventivas que podemos tomar, están: evitar el sobrepeso, una correcta elección del calzado deportivo o la utilización de una talonera de silicona.