Junto con los medicamentos que nuestro médico nos prescriba, la introducción de determinados hábitos en el estilo de vida puede ayudarnos a mejorar los molestos síntomas de la alergia primaveral, como la congestión y secreción nasal, estornudos o picor en los ojos.
1.- Conocer los desencadenantes.
No solo el polen de las plantas puede desencadenar un proceso alérgico. Las esporas del moho que existe tanto en la vegetación como a nivel doméstico, los ácaros, la caspa de animales domésticos y otros, pueden ser los agentes causantes de los síntomas de un proceso alérgico.
Someternos a una prueba que determine cuales son los principales causantes de nuestra alergia es el primer paso que deberemos dar.
2.- Obtener información sobre los niveles de polen.
Durante la estación primaveral los niveles de polen van variando sustancialmente, siendo incluso recomendable en determinados días quedarnos en casa. Como regla general los días secos y con vbiento suelen ser los peores.
Determinadas instituciones y medios de comunicación locales nos proporcionan el conteo de nivel de polen.
3.- Uso del aire acondicionado.
En los días de máximo nivel de polen y otros desencadenantes es preferible mantener las ventanas y puertas de la casa cerradas y usar un sistema de ventilación como el aire acondicionado, asegurándonos de la perfecta limpieza de los filtros, para no acabar esparciendo los alérgenos dentro del hogar.
4.- Revisar las plantas en el interior de casa.
Determinadas plantas de interior como el ficus, yedra, palmera o yuca contienen esporas de moho es sus hojas capaces de desencadenar rinitis alérgica en determinadas personas.
5.- Aire acondicionado del coche.
En aquellos automóviles que no van provistos de un sistema de filtros en su sistema de aire acondicionado, deberemos bajar las ventanillas durante al menos 10 minutos después de encenderlo, ya que el moho puede crecer dentro de los sistemas de AC de los coches.
6.- Precauciones con la jardinería.
Si nadie puede ayudarnos en determinadas actividades de jardinería como cortar el césped o rastrillar las hojas, lo más recomendable es utilizar una máscara de polvo desechable o un modelo de filtración superior, como N95, disponible en la mayoría de ferreterías.
7.- Precauciones tras estar al aire libre.
Si realizamos actividades en el exterior, debemos utilizar gafas de sol envolventes, dejar el calzado fuera de casa y tomar una ducha, sobretodo los días en que el nivel de polen es más alto.
También y si es posible, se recomienda no secar la ropa en el exterior, tanto vestidos, como ropa de cama y toallas, evitando así su impregnación con los alérgenos.
8.- Otras medidas.
La utilización de filtros que se introducen en las fosas nasales, disponibles en farmacias y algunos centros comerciales, evitar tanto fumar como estar en ambientes cargados con elevado nivel de humos nos ayudan a reducir los síntomas alérgicos.
Por último, también se ha comprobado que el alcohol, fundamentalmente el de alta graduación, empeora los síntomas de la rinitis alérgica.