Aunque existen factores personales que hacen variar los días en los que una persona que padece un resfriado puede transmitirlo a otra, como regla general podemos decir que este periodo de contagio va desde un día antes de que aparezcan los síntomas hasta 5 días después.
Dentro de la variabilidad personal respecto a este periodo de contagio, destacan los bebés y niños, ya que pueden transmitir esta infección viral hasta 7 días e incluso más desde que la contrajeron.
Los virus del resfriado abundan en las secreciones nasales y en la garganta, pero se transmiten más frecuentemente por las manos, por lo que la medida preventiva con mayor efectividad para evitar el contagio es lavarse con frecuencia las manos durante el periodo de transmisión. El uso de desinfectantes para manos también es una buena opción.
Evidentemente, toser y estornudar también son una vía para transmitir los virus, por lo que esos días además de ir provistos de pañuelos de papel u otro medio de protección, intentaremos estar a más de 2 metros de las personas que podamos contagiar, pues los virus que expulsamos al toser o estornudar no pueden ser impulsados mucho más lejos antes de caer al suelo.
Evitar durante esos días tanto los abrazos y besos como el uso compartida de vasos, cubiertos o toallas, junto con el consumo de determinados complementos dietéticos no van también a ayudar.
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