Determinados factores entre los que destacan el excesivo peso y una forma incorrecta de transportar las mochilas, provocan alteraciones musculo-esqueléticas en cuello y espalda cuyas consecuencias pueden llegar hasta la edad adulta.
Es importante que los padres revisen las mochilas que van a usar sus hijos durante todo el curso escolar, siguiendo los consejos de los expertos y las conclusiones obtenidas por estudios realizados sobre este tema.
Con todo esto, los principales factores a considerar para evitar determinados cambios posturales que generen lesiones fundamentalmente en las zonas cervical (cuello), dorsal y lumbar de la columna vertebral y la musculatura que la rodea, son:
1) Peso: es el principal factor a la hora de generar lesiones. Este nunca debe pasar del 15% del peso del niño. Es decir para un escolar de 20 kg de peso, la mochila no debe sobrepasar los 3 kg. Cuando el peso sea mayor debemos recurrir a una mochila con ruedas como complemento para repartir el peso.
2) Dimensiones de la mochila: la altura de la mochila no debe sobrepasar la altura del tronco del niño. Si la mochila sobrepasa la cintura del escolar, esto le obligará a inclinarse hacia adelante. La anchura no debe sobrepasar los hombros y la profundidad no debe ser excesiva para colocar el centro de gravedad de la mochila lo más cerca posible de la espalda del niño.
3) Usar las dos correas: debemos animar a nuestros hijos a usar las correas de ambos hombros, para distribuir más uniformemente el peso. Es importante elegir mochilas con correas anchas.
4) Mochila acolchada: debemos fijarnos sobre todo que la parte trasera de la mochila tenga el suficiente acolchado para que objetos punzantes dañen la espalda o les obliguen a adoptar posturas incorrectas.
5) Mochila con compartimentos: todo aquello que evite que los objetos dentro de la mochila se muevan durante su transporte repercute de forma positiva en la espalda del niño. De igual forma debemos impedir que la propia mochila se mueva excesivamente mientras sea portada.
6) Distribución de la carga: los objetos más pesados deben colocarse más próximos a la espalda. También deberemos procurar que esta distribución de peso se distribuya de la forma más uniforme posible entre ambos hombros a través de las correas.
Las principales consecuencias de un inadecuado uso de la mochila, será una inadecuada alineación de la columna cervical, ya que la cabeza tiende a inclinarse hacia adelante. Las curvaturas naturales que la columna vertebral tiene en la zona dorsal (cifosis) y lumbar (lordosis) tenderá, a hacer mayores provocando hipercifosis e hiperlordosis.
La aparición de dolor en la espalda, hormigueos o marcas rojas en la espalda, deben ser aviso para que los padres repasen si su hijo esta usando la mochila escolar de forma correcta. En caso de que estas molestias persistan en el tiempo, es recomendable consultar con el pediatra.