Condiciones de salud que pueden limitar los viajes en avión.

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Existen situaciones en las que los viajes en avión están contraindicados, pero en otras circunstancias relacionadas con nuestra salud pueden surgir dudas que generalmente necesitan de consejo médico antes de adquirir los billetes, evitando de esta forma desagradables sorpresas en nuestro viaje.


La disminución de la presión atmosférica y de la concentración de oxígeno dentro del avión, la inmovilidad en viajes de larga duración junto con otras tensiones fisiológicas que surgen durante el vuelo, hacen que la lista de situaciones en las que podemos preguntarnos si estamos preparados para viajar sea bastante larga, por lo que vamos a tratar las más frecuentes:

1.- Tras una cirugía.

Se recomienda retrasar los viajes entre 1-2 semanas tras una cirugía mayor en abdomen, tronco, cabeza y ojos.

Durante una intervención quirúrgica se introduce aire dentro del organismo, debiendo esperar a que este se reabsorba, ya que dentro del avión se expandirá hasta un 25% pudiendo desgarrar suturas y causar sangrados.

En el caso de cirugías no invasivas, como una colonoscopia, lo aconsejable es esperar de 24-48 horas.

2.- Infecciones en el oído.

De forma general cuando se sufre un proceso infeccioso en cualquier parte del cuerpo, incluido un proceso gripal, debemos esperar a pasar el periodo contagioso, tanto para nuestra comodidad como para la seguridad del resto del pasaje.

En el caso de las infecciones de las vías respiratorias altas, incluido los oídos, los cambios de presión al ascender y sobre todo al descender el avión pueden causar dolor agudo, mareos, sangrados e incluso rotura de tímpano.

3.- Enfermedades pulmonares y cardiovasculares.

La disminución de la concentración de oxígeno en el aire del avión, hacen más difícil respirar por lo que las personas con enfermedades agudas o crónicas en sus sistemas respiratorio, vascular  o corazón, deben consultar con su médico.

La personas que han padecido un infarto agudo de miocardio, un derrame cerebral o han sido sometidas a una cirugía de by-pass, deben esperar como norma general al menos 2 semanas. 

4.- Llevar una escayola.

Debido a que la extremidad escayolada puede hincharse durante el vuelo, en algunos casos pueden aparecer problemas que van desde una incomodidad hasta problemas vasculares y nervioso por compresión.

En las fracturas recientes (de menos de 48 horas), se recomiendan moldes bivalvos, que se cortan en ambos y se pueden abrir como una concha.

Las compañías aéreas suelen establecer unas condiciones a la hora de embarcar con una extremidad escayolada.

5.- Después de bucear.

En dependencia del tiempo de buceo, la profundidad y el número de inmersiones que se han realizado, se recomienda esperar entre 12-24 horas antes de viajar en avión.

Volar muy pronto después de bucear aumenta el riesgo de enfermedad por descompresión, en el que el exceso de nitrógeno forma microburbujas en los tejidos, causando dolor en las articulaciones y músculos, llegando a causar también problemas en corazón, cerebro y pulmones.

6.- Estar embarazada.

No se permite viajar a partir de la 36 semana de embarazo y de la 32 en caso de embarazos múltiples. Muchas compañías exigen un certificado a partir de la semana 28.

Lo mejor es consultar con el ginecólogo, pues en determinadas circunstancias (embarazos de alto riesgo) los vuelos pueden estar contraindicados independientemente de la semana de gestación.