Los mejores 7 hábitos para la salud de nuestro cerebro.


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Aunque no exista de forma absoluta una estratégia preventiva que detenga el natural proceso de envejecimiento del cerebro,  los últimos avances científicos permiten recomendar una serie de hábitos que benefician la salud de nuestro cerebro, incluso en edades avanzadas.


Los científicos en todo el mundo parecen estar de acuerdo en que esta estrategia saludable para nuestro estado mental puede resumirse en un lema: "lo que es bueno para el sistema cardiovascular parece serlo también para el cerebro".

De esta forma, las 7 mejores cosas que podemos hacer para mantener a nuestro cerebro en forma el máximo tiempo posible, son:

1.- Ejercitar el cuerpo.

El ejercicio aeróbico, como caminar, correr o montar en bicicleta, parece especialmente beneficioso para las personas mayores, pero cualquier otra actividad puede ayudar, como el tai-chi, yoga y las gimnasias suaves.

Los escáneres cerebrales muestran que el ejercicio aeróbico no solo mejora la actividad cerebral, sino que además es capaz de producir nuevas células cerebrales y aumentar las conexiones entre ellas.

2.- Mantenerse mentalmente estimulado.

Leer, ir a alguna clase, realizar pasatiempos o rompecabezas y cualquier otra actividad que nos haga pensar frena el deterioro mental de las personas.

Además todo esto va a enriquecer nuestra vida, desterrando el aburrimiento y la depresión, que son dos grandes enemigos para la salud del cerebro.

3.- Planificar una vida familiar y social activa.

Un estudio realizado en 2011 en la Rush University Medical Center de Chicago, determino que la actividad social y las relaciones interpersonales que conlleva ayuda a las personas mayores a mantenerse con un mayor grado de agilidad mental.

Las personas más activas socialmente tienen un 25% menos de disminución cognitiva, en comparación con las menos sociales, además estos beneficios son independientes de otros factores, como la actividad física, la edad o la salud en general.

4.- Mantener controlados la presión arterial y el colesterol. 

Tanto la hipertensión no controlada como la tensión arterial moderadamente alta, dañan los pequeños vasos sanguíneos en el cerebro afectando a la sustancia blanca y aumentando así el riesgo de demencia y accidente cerebrovascular. Es por tanto, fundamental un correcto control de nuestra tensión arterial.

El colesterol elevado en sangre puede contribuir a la formación de las placas cerebrales típicas de la enfermedad de Alzheimer. Además niveles altos de colesterol LDL y bajos de HDL afectan al flujo sanguíneo que llega al cerebro.

5.- Alimentación equilibrada y control del peso.

Aunque no se sabe que nutrientes o productos vegetales son los más beneficiosos para el cerebro, muchos estudios han encontrado que las dietas cardiosaludables lo son también para el cerebro, incluyendo la dieta mediterránea.

La obesidad, especialmente la abdominal se asocia a un mayor riesgo de demencia. Dado que la obesidad va frecuentemente asociada a otros factores como hipertensión, diabetes o sedentarismo, es difícil saber cual es el principal responsable.

6.- Reducción de los procesos inflamatorios.

Se sabe por estudios realizados que, las personas que toman fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINES), como la aspirina, ibuprofeno o naproxeno, tienen reducido el riesgo de sufrir deterioro cognitivo y demencia.

Aunque se cree que estos medicamentos ayudan en la enfermedad de Alzheimer al reducir la inflamación crónica, la recomendación más consensuada en este tema es que no se debe comenzar a tomar AINES para proteger el cerebro, ya que el beneficio es todavía incierto y estos fármacos tienen efectos secundarios potenciales.

7.- Buscar consejo profesional en determinados casos.

- Depresión: es importante saber que la depresión puede causar entre otras cosas graves problemas cognitivos, pero también puede suceder a la inversa, es decir, que graves problemas en nuestro funcionamiento cerebral causen depresión. Por ello es importante en caso de sufrir depresión buscar asesoramiento profesional.

- Diabetes tipo 2: es importante el control de esta enfermedad pues hay pruebas sólidas que demuestran como acelera el deterioro cerebral y aumenta el riesgo de demencia relacionada con la edad.

- Tomar suplementos: no hay pruebas sólidas de que las vitaminas u otros suplementos (ginko, ginseng, omega-3) puedan prevenir el deterioro mental.
Existe la excepción de la vitamina B12, ya que su déficit puede causar confusión y pérdida de memoria pudiendo ser mal diagnosticada como Alzheimer. Las dosis de suplementos de B12, tomadas bajo supervisión de su médico, pueden aliviar esta situación.