Una exposición prolonga o sin la correcta protección a las radiaciones ultravioletas del sol da lugar a una lesión inflamatoria en la piel denominada quemadura solar que se hace más evidente a las 3-6 horas después de haber tomado el sol y alcanza su máximo pico a las 12-24 horas.
Dentro de los diferentes tipos de radiaciones que emite el sol, son las ultravioletas de tipo B (UVB) las máximas responsables de provocar varios cambios en la piel, incluyendo la dilatación de los vasos sanguíneos (vasodilatación), la liberación por parte de las células de la piel de sustancias químicas inflamatorias y la destrucción celular con la aparición de edemas y pérdida de líquidos.
Según la intensidad de todos estos cambios, la quemadura solar se manifestará en diferentes grados:
- Primer grado: se caracteriza por el enrojecimiento y aumento de temperatura en la piel afectada (color y calor)
- Segundo grado: aparición de pequeñas ampollas llenas de líquido que pueden picar y en ocasiones romperse.
- Tercer grado: junto con una severa decoloración de la piel y las ampollas, aparecen síntomas generales como fiebre, escalofríos, nauseas, dolor de cabeza o deshidratación.
La mayoría de las lesiones de primer y segundo grado se curan a medida que las células de la piel se van renovando, que suele ser de 2-4 días en el primer caso y de 4-7 días en el segundo.
¿Qué remedios caseros existen para las quemaduras solares?
Como sucede en la mayoría de los casos, el mejor remedio para estas situaciones consiste en prevenirlas tomando una serie de medidas básicas, tanto si vamos a tomar el sol o a realizar actividades al aire libre:
- Usar protector solar eficaz cuyo factor de protección (SPF) sea de 15 o superior y cuidando de eligir uno de amplio espectro que proteja tanto de las radiaciones UVB como de las UVA.
- Llevar un sombrero de ala ancha, ropa ligera para minimizar la piel expuesta.
- Evitar la exposición al sol durante mucho tiempo incluso si usamos protector solar.
- Asegurarnos que los bebés y niños están especialmente protegidos pues son los más sensibles a la hora de sufrir quemaduras solares.
Si pese a seguir estos consejos hemos sufrido una quemadura solar de primer grado (las más frecuentes) y siempre que no hayan aparecido ampollas ni síntomas generales, podemos seguir los siguientes consejos para minimizar el dolor y la hinchazón:
- Remojar el área afectada durante 15 minutos en agua fría (no poner nunca en agua con hielo) o simplemente aplicar compresas frías.
- Se pueden aplicar lociones refrescantes que contengan calamina o aloe vera para atenuar el dolor y la incomodidad de estas lesiones.
- Se puede extender polvo de maicena en las sábanas para minimizar el roce con estas cuando queramos descansar en la cama.
- Si las quemaduras afectan a áreas extensas de la piel, se puede recurrir a un baño con jabón de avena y agua templada-fría. Los productos que contienen harina de avena coloidal reduce la inflamación de la piel y alivia la sensación dolorosa.
- No aplicar cremas grasas, que contengan vaselina o aceites para bebés ya que estos productos actúan sellando el calor en la zona afectada.
En caso de que aparezcan ampollas, síntomas generales (fiebre, nauseas, desorientación,..) o el dolor sea especialmente intenso, es decir la quemadura solar sea de segundo o tercer grado, deberemos acudir al médico para un correcto tratamiento.