¿Qué podemos hacer con los calambres nocturnos en las piernas?

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Debido al efecto de algunos medicamentos, padecer determinadas enfermedades e incluso sin una razón aparente, la mayoría de nosotros podemos llegar a sufrir calambres en las piernas durante el descanso nocturno.



Dentro del grupo de fármacos que pueden provocar este problema destacan los anticonceptivos orales, algunos psicofármacos y los diuréticos.

En ocasiones los calambres se asocian a determinados trastornos como la diabetes y la enfermedad de Parkinson, en cuyo caso el tratamiento que se aplica para controlarlas puede ayudar.

El embarazo también aumenta el riesgo de calambres en las piernas, al igual que tener los pies planos y los músculos de las piernas débiles.

La mejor manera de aliviar los calambres es masajear los músculos de la pantorilla, estirarlos tirando de los dedos de los pies hacia la rodilla y caminando posteriormente.

Es importante que mientras dormimos las sábanas y mantas no estén demasiado apretadas, dejando así espacio para estirar las piernas. También usar zapatos cómodos, con tacos bajos y realizar ejercicios físicos que fortalezcan la musculatura de la pantorilla, ayudan a aliviar los síntomas.

Los suplementos dietéticos no suelen ser eficaces, exceptuando cuando los calambres se debe a la toma de diuréticos (generalmente para la hipertensión arterial), donde nuestro médico puede prescribirnos potasio. No tome suplementos de potasio por su cuenta.

La quinina puede ayudar a prevenir esta situación, pero no es muy recomendable por sus efectos secundarios como las arritmias cardíacas y una disminución de las plaquetas. Las bebidas con agua tónica contienen quinina pero no la suficiente cantidad para tener un efecto eficaz.