El cuidado que nuestros ojos merecen a lo largo de todo el año toma unas características especiales con la llegada de la primavera y el verano, por lo que deberemos adaptarlo a los factores que rodean esta época del año siguiendo algunos consejos.
Durante este periodo estacional van a ir apareciendo progresivamente cambios medioambientales que nos van a invitar a modificar también nuestra forma de vida y que pueden afectar a la salud de nuestra visión, entre ellos podemos destacar:
- El aumento de las horas de insolación que nos lleva a disfrutar de nuestras actividades durante más tiempo al aire libre
- Los procesos de polinización de las plantas van a llenar el ambiente que nos rodea de potenciales alérgenos para nuestros ojos. Esta situación variará en dependencia del lugar en que vivamos y su particular vegetación y climatología.
- El aumento progresivo de las temperaturas nos irá invitando a acudir a piscinas y playas, sin olvidar el uso del aire acondicionado en los días de mayor calor.
Frente a todos estos agentes que pueden llegar a repercutir en nuestra salud visual, es aconsejable seguir una serie de recomendaciones, entre las que cabe destacar:
- Las alergias debidas al polen de las flores son la patología ocular más frecuente asociada a la primavera. Ante la aparición de las primeras molestias como la sensación de cuerpo extraño o arenilla en nuestros ojos, enrojecimiento, excesivo lagrimeo o sensibilidad a luz entre otros, lo más recomendable es visitar a nuestro oftalmólogo lo antes posible, para de esta forma recibir el tratamiento indicado en estas situaciones, evitando así la aparición de complicaciones.
- Las altas temperaturas y el uso de aires acondicionados fomentan la sequedad ocular, recomendándose una correcta hidratación del ojo mediante colirios de lágrima artificial, sobretodo en personas que ya sufren durante todo el año de ojo seco.
- El mayor número de horas de insolación induce a llevar durante más tiempo las lentes de contacto durante el día, por lo que es aconsejable consultar con nuestro oftalmólogo las pautas a seguir ante esta situación, evitando las complicaciones de su uso incorrecto.
- Para evitar el contacto con agentes químicos e infecciosos durante los baños en piscinas y en el mar, la protección y correcta higiene ocular son básicos para evitar procesos infecciosos e irritativos en nuestros ojos.
- Una correcta elección de gafas de sol, con un filtro que nos proteja de las radiaciones ultravioletas, tanto en adultos como niños, nos evitará graves problemas visuales.
- Aquellas personas que padecen problemas crónicos en su visión, tales como glaucoma, enfermedades retinianas asociadas a diabetes o hipertensión arterial o degeneración macular, entre otras, no solo no deben olvidar sus revisiones periódicas durante esta época del año, sino que es muy recomendable antes de comenzar su periodo vacacional o realizar un viaje, someterse a una de estas revisiones para disfrutar de este periodo con mayor tranquilidad y seguridad.