Vitamina K para prevenir la aparición de cataratas.

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Comer diariamente vegetales, especialmente de hoja verde como las espinacas, col, acelgas, brocoli o coliflor, todos ellos ricos en vitamina K disminuye hasta casi un 30% el riesgo de padecer cataratas según las conclusiones de un reciente estudio científico.








¿Qué es y cómo afecta a nuestra visión una catarata?


El cristalino es una lente situada en el interior de nuestros ojos cuya función consiste en enfocar los objetos según se encuentren cerca o lejos. Una de las características esenciales que debe poseer es la de ser transparente y así dejar penetrar la luz hasta la retina. Generalmente debido al paso de los años (aunque existen otras causas)  va perdiendo esta característica de forma progresiva. La opacificación o pérdida de transparencia del cristalino, es lo que se denomina catarata causando paulatinamente que veamos las imágenes más nubladas o borrosas, entre otros síntomas.

Actualmente la única solución definitiva cuando aparece este problema es la cirugía. siendo un proceso rápido, eficaz y muy seguro, que permite recuperar una visión normal y en ocasiones mejor de la que se había tenido desde hace mucho tiempo. A pesar de los importantes esfuerzos de investigación realizados no existe hoy en día ningún medicamento que prevenga o cure las cataratas.


¿Puede la vitamina K ayudar a prevenir las cataratas?

Recientemente y dentro del estudio PREDIMED (prevención con dieta mediterránea) que se realiza en el conjunto de España para ir determinando como los alimentos que la componen ayudan a prevenir enfermedades, un grupo de investigación de la Universidad Rovira y Virgili evaluó la relación entre los alimentos que contienen vitamina K y la opacidad del cristalino.

Como hemos comentado la principal causa de cataratas es la edad, pero existen otros factores de riesgo asociados destacando la diabetes, obesidad, tabaco, alcohol y la dieta. En todos ellos los procesos oxidativos e inflamatorios desempeñan un papel fundamental. 

Teniendo en cuenta que la vitamina K tiene propiedades antioxidativas y antiinflamatorias además de estar relacionada con el metabolismo de la glucosa y la insulina, los investigadores siguieron durante 6 años a casi 6000 personas de entre 60 y 80 años, recogiendo parámetros de salud y estilo de vida, incluyendo datos sobre su alimentación.

Los resultados confirmaron que las personas que consumían más cantidad de alimentos ricos en vitamina K tenían casi un 30% menos riesgo de padecer cataratas, en comparación con las que tomaban poca vitamina K. Aunque esta conclusión ya se había demostrado en ratones, es la primera vez que se puede decir que la vitamina K nos protege frente al riesgo de desarrollar este importante problema visual.