Las verdaderas causas de la "pájara" en deportistas.


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Durante la práctica de determinados deportes se puede llegar a producir un fenómeno de desconexión entre el cerebro y el cuerpo que denominamos coloquialmente "pájara". 


Desde hace tiempo se han propuesto el entrenamiento  o los aportes de glucosa como las mejores soluciones, pero un estudio publicado en la revista "Cell Metabolism" ha demostrado la intervención fundamental de una mólecula que podría hacer cambiar la forma de superar estas situaciones.


Los deportes donde se puede presentar una pájara de forma más frecuente son los aeróbicos de alta intensidad, como el ciclismo, natación o carreras de fondo, apareciendo una sensación de debilidad general con un amplio abanico de síntomas que impiden poder continuar con la actividad física, ya que vamos agotando nuestras reservas de glucosa, única fuente de energía para nuestro cerebro. 

Hasta ahora se habían propuestos varias soluciones como:

- Reprogramar los entrenamientos para que los músculos consumieran menos glucosa reservando así una mayor parte para el cerebro, ya que una vez agotada la glucosa nuestras células musculares pueden obtener energía a partir de las grasas, pero nuestro cerebro es incapaz de realizar esta función, quedando la glucosa como su único aporte energético.

- Dentro del plan alimenticio de un deportista, realizar una estrategia previa a una competición, consistente en vaciar los depósitos de glucógeno (forma en que almacenamos la glucosa), para llenarlos al máximo antes del comienzo de la misma, incluso con aportes de glucosa durante la competición.

Pero las reciente investigación realizada en varios Institutos Médicos de Estados Unidos, pueden revolucionar estas formas de actuar, ya que se han centrado en una molécula denominada PPARd, que activa las vías involucradas en el entrenamiento, consiguiendo una mejor adaptación metabólica al ejercicio. Se puede decir que el factor de transcripción PPARd es un interruptor que aumenta el aporte de energía al músculo.

En el estudio realizado en ratones, administrando un fármaco que activa el PPARd se consiguió no solo aumentar la oxidación de grasa en el músculo, sino que también se pudo prevenir los efectos de las bajas tasas de glucosa en sangre (hipoglucemia) en el cerebro. Como resultado, estos ratones aguantaron más tiempo corriendo antes que apareciera la pájara (160-270 minutos), sin necesidad de realizar ningún entrenamiento que mejorará su resistencia.

Además que estos resultados puedan ser ampliados y explotados para el mundo del deporte en sus diferentes categorías, es importante reseñar que también puede ser fundamental para personas que actualmente no pueden realizar deporte por diferentes razones como enfermedades musculares, metabólicas, debido a la edad o incluso personas que han estado un largo tiempo en la cama y comienzan su periodo de recuperación.