Cómo preparar el sofrito de tomate más saludable.

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Con la combinación de tomate, aceite de oliva, ajo y cebolla se consigue una de las salsas más saludables de la dieta mediterránea, que elaborada en determinadas condiciones ha demostrado en diferentes estudios científicos su efectividad a la hora de prevenir enfermedades como las cardiovasculares y el cáncer.



Ya hemos hablado en artículos anteriores sobre el estudio PREDIMED (Prevención con dieta mediterránea), que trata de averiguar los beneficios que reportan a nuestra salud los principales componentes de este tipo de alimentación y que no ha pasado por alto conocer más en profundidad esta fundamental salsa que acompaña a multitud de platos.

Los resultados obtenidos por diferentes instituciones científicas mediante técnicas de espectrometría revelan la presencia de al menos 40 tipos de polifenoles, sustancias con una eficacia demostrada a la hora de prevenir diferentes enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial y sus consecuencias. Además las presencia de carotenos, como el licopeno y también de vitamina C lo hacen participar en la prevención de diferentes tipos de cáncer como los de próstata y pulmón.

También se ha investigado las características que debe reunir respecto a sus componentes y forma de elaboración un sofrito de tomate para que reúna las máximas propiedades biosaludables, que podemos resumir en las siguientes recomendaciones:

  • Es mejor utilizar aceite de olivan virgen que de girasol, de hecho, los científicos están buscando actualmente la proporción ideal de los cuatro componentes del sofrito y parece que la presencia de un 10% de aceite de oliva extra virgen ofrece muy buenos resultados.
  • La cebolla es el componente más significativo debido a que potencia la formación de diferentes isómeros del licopeno, beneficiosos todos ellos por su capacidad antioxidante y protectores frente al cáncer, enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo II.
  • Esta función de la cebolla se optimiza cuando el sofrito se elabora a fuego lento, concretamente con un cocinado de 60 minutos se consigue el nivel más alto de carotenos y todos sus isómeros.
Con un consumo diario de 120 gramos de sofrito añadido a diferentes platos como la pasta, verduras o arroz, conseguimos aportar a nuestro organismo entre 16-24 mg de polifenoles totales y de 6-10 mg de carotenos (licopeno).

Cabe destacar que las instituciones que han participado en este interesante estudio son la Universidad de Barcelona, el Centro de Investigación Biomédica en Red, Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición del Instituto de Salud Carlos III y el Hospital Clinic de Barcelona. Los resultados fueron publicados recientemente en la revista Food Chemistry.