¿Qué intensidad de ejercicio físico es beneficiosa para luchar contra el cáncer de mama?


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Diferentes estudios han puesto en evidencia que la práctica de ejercicio físico de forma regular resulta beneficiosa a la hora tanto de prevenir como de tratar el cáncer de mama, por lo que resulta de gran interés conocer la intensidad necesaria de estas actividades con el fin de ser eficaces en esta lucha tan importante.

Para poder profundizar en este tema, debemos introducir el concepto de MET o unidad de medida del índice metabólico, que es la cantidad de energía que consume una persona en situación de reposo y que corresponde a 3,5 ml O2/Kg x min. Dicho de otra forma, es la cantidad mínima de oxigeno que el organismo necesita para mantener sus constantes vitales. Así cuando decimos que una persona está haciendo una actividad física de 10 METs, significa que esta utilizando 10 veces más energía que la que necesita para estar en reposo.

Se entiende que una actividad física es de intensidad moderada cuando se sitúa entre 3 y 5,9 METs y de intensidad alta cuando es  de 6 METs o superior. Existen tablas que indican el consumo de METs en relación a la intensidad y duración de los diferentes ejercicios físicos y que nos pueden ser de gran utilidad para planificarnos.

Un importante estudio, denominado "EpiGEICAM", realizado en 23 hospitales con 1.017 pacientes, pudo extraer como conclusión que en el caso de pacientes con cáncer de mama, el riesgo de que la enfermedad avanzara disminuía un 5% por cada 6 METs-h a la semana, de incremento en el gasto energético, con un mayor riesgo en el caso de aquellas mujeres que eran inactivas.

Además se apreció que está asociación entre incremento del gasto energético (ejercicio moderado e intenso) y beneficios contra el cáncer de mama aparecía en mujeres tanto pre como postmenopaúsicas y también mujeres con cáncer de mama con receptores hormonales tanto positivos como negativos.

Todos estos resultados, permiten sin duda indicar la necesidad de la practica de ejercicio físico regular, como una herramienta más en la lucha contra el cáncer de mama, independientemente del subtipo clínico de que se trate.