Pese a que las tasas de alergias han ido aumentado de forma general en los últimos años, se puede apreciar que este incremento es mucho mayor en el ámbito urbano que en el rural. Un reciente estudio científico ha desvelado las posibles causas de porque los niños que viven en granjas desarrollan menos alergias.
En el trabajo realizado por investigadores del Instituto de Biotecnología en Gante (Bélgica) se ha observado, estudiando tanto en ratones como en humanos, una mayor expresión de una proteína protectora que frena la inflamación del sistema inmune. Concretamente la exposición al polvo de granja indujo una mayor tasa de esta proteína protectora denominada A20.
En primer lugar se pudo averiguar que en un grupo de ratones expuestos a polvo de granja, concretamente a uno de sus componentes denominado LPS, cuando posteriormente se les intentaba provocar una reacción alérgica con ácaros, su respuesta era mucho más baja que aquellos ratones que no habían estado en contacto con polvo de granja y que esto estaba condicionado porque la proteína A20, que aparecía en mayor proporción en el primer grupo de ratones, y cuya función es regular la comunicación entre las células que recubren los pulmones y el sistema inmune.
Estos hallazgos se confirmaron posteriormente con un tipo de células humanas que recubren las vías respiratorias y que fueron tomadas de personas con asma leve, grave y sin asma. En este caso, la respuesta inmune fue también menor en las células previamente expuestas a polvo de granja (LPS).
Más allá de esta diferencia significativa entre el mundo rural y urbano, el estudio ha puesto en evidencia que estimulando la producción de la proteína A20, se limita la respuesta del sistema defensivo sobre las vías respiratorias, limitando la inflamación de los pulmones y llevando a unas tasas más bajas de asma.
Muchos niños padecen de asma debido a una mutación genética que altera la proteína A20, sin embargo los que pese a tener esta mutación crecen en granjas tienen un efecto protector que disminuye la intensidad de su respuesta asmática en comparación con el resto de niños que tienen la mutación y no crecen en ese entorno.