La introducción de determinadas rutinas y hábitos diarios, van demostrando su influencia y asociación con el desarrollo de los niños y la mejora de su salud emocional, llegando incluso a reducir la probabilidad de que estos se conviertan en personas obesas.
El simple dato que nos proporciona un estudio realizado por la Universidad de Ohio (EEUU), donde se indica que la ausencia de una hora para acostarse en la etapa preescolar es un factor que predice la obesidad a los 11 años, nos deja claro la importancia de que los más pequeños vayan introduciendo en sus vida determinadas rutinas va a mejorar su capacidad de autorregulación y sus posible asociación con futuros problemas de sobrepeso en la pre-adolescencia.
Las 3 rutinas básicas, que se realizan en el hogar por parte de los niños en edad pre-escolar y que más van a influenciar en su correcto desarrollo emocional, son: la hora de acostarse, la hora de comer y el tiempo que se pasa ante el televisor.
Según el estudio mencionado anteriormente, en un grupo de niños de 3 años donde el 41% solía acostarse a la misma hora, el 47% solía comer a la misma hora y el 23% veía la televisión una hora o menos, resulto tener una tasa de obesidad cuando estos niños alcanzaron los 11 años del 6%.
La introducción por parte de los padres de estas rutinas, tiene como objetivo que los más pequeños adquieran una capacidad de autorregulación que les impida frustrarse o excitarse fácilmente y así en un futuro superar determinadas conductas compulsivas entorno a su alimentación que pueden concluir en problemas de sobrepeso.
No hay que olvidar que además de factores genéticos, la obesidad infantil está determinada por factores ambientales y psicológicos, por lo que la introducción junto a estas 3 rutinas básicas de unos hábitos alimentarios correctos con una dieta rica y variada y con un componente calórico ajustado a la edad, masa corporal y actividad física de los más pequeños, va a jugar un papel muy importante a la hora de prevenir este importante problema de salud y sus consecuencias en la edad adulta.