Las reuniones masivas de personas, tanto en lugares abiertos como cerrados, que se producen por diferentes motivos, fundamentalmente deportivos, culturales o religiosos, suponen un reto para la salud y el bienestar tanto de los viajeros que acuden como de la propia comunidad que recibe estos actos. Todos estos riesgos deben tenerse en cuenta a la hora de planificar un viaje de este tipo.
Aunque este tipo de congregaciones masivas varían según su tamaño, naturaleza y propósito, todas ellas tienen en común reunir una serie de factores de riesgo para la salud:
- Los visitantes que llegan a un mismo lugar en un pequeño periodo de tiempo, proceden de diferentes zonas geográficas lo que facilita la importación y transmisión de diferentes enfermedades infecciosas.
- La excesiva demanda que durante ese periodo van a tener los servicios de salud del lugar anfitrión limita su capacidad de dar respuesta a todas las situaciones ligadas a su campo.
- Debido a sus características existe un aumento sustancial de los riesgos relativos a la seguridad de las personas.
Los viajeros con destino a encuentros multitudinarios deben tener siempre en cuenta los consejos de salud específicos para el país a visitar, incluyendo la administración de vacunas apropiadas. Es fundamental también tomar las medidas higiénicas básicas para la prevención de enfermedades infecciosas transmisibles, como lavarse las manos frecuentemente o el empleo de estas al estornudar o toser. En lugares de acampada es importante conocer la accesibilidad a los aseos y donde se encuentran los lugares de atención sanitaria más próximos.
El hacinamiento que se puede llegar a producir provoca un mayor riesgo de transmisión de la gripe o de enfermedades meningocócicas, por lo que puede considerarse la administración de las vacunas para estas enfermedades adicionalmente a las especificas del país visitado.
Es frecuente en este tipo de congregaciones masivas la venta ambulante de comidas y bebidas o la elaboración de estas en cocinas temporales ,por lo que debemos ser conscientes de la inocuidad de los alimentos que podamos comprar y beber agua embotellada asegurándonos de su correcto precinto.
No demos olvidar a la hora de planificar este tipo de viajes las condiciones meteorológicas que nos vamos a encontrar para elegir la ropa y calzado adecuado para protegernos de las inclemencias del tiempo.
En el año 2008 la Organización Mundial de la Salud (OMS) elaboró un documento donde se evaluaban los riesgos de salud en tipo de viajes y las medidas preventivas que se deben tomar.