¿Qué hacer si sufrimos un traumatismo en los dientes?

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La posibilidad de sufrir un golpe en la zona de la boca que afecte a nuestros dientes es bastante alta, tanto en los más pequeños por el riesgo de caídas mientras juegan o exploran su alrededor, como en personas de más edad mientras practican deporte, realizan algún trabajo o simplemente sufren algún tipo de accidente. En todos los casos es fundamental buscar ayuda profesional  y saber como debemos actuar mientras la recibimos.


Durante los primeros años de vida, las raíces de los dientes primarios están en íntimo contacto con los dientes definitivos que todavía se están formando dentro de los huesos de la mandíbula, esto hace que cualquier traumatismo en los dientes primarios pueda afectar al los dientes definitivos que comenzarán a salir sobre los 7-8 años, presentando malformaciones o manchas en dependencia de la gravedad del traumatismo.


Es importante saber que en caso de caída por traumatismo de un diente primario, es decir cuando este ha salido totalmente del alveolo dentario, nunca debe reponerse en su sitio. Deberemos acudir a la consulta de un profesional para que valore el daño que ha podido sufrir el diente definitivo en formación y si existen lesiones o fracturas asociadas al traumatismo que ha originado la perdida del diente.



En el caso de personas con dentición definitiva, la urgencia de acudir al odontólogo es la misma, pero la forma de actuar mientras lo hacemos es diferente, pues se pueden tomar medidas para intentar mantener la vitalidad de una pieza dentaria caída por causa de un golpe o traumatismo, ya que existe la posibilidad de reimplantar ese mismo diente.

Las medidas que debemos tomar para intentar mantener la vitalidad de un diente caído antes de poder ser atendidos de urgencia por un profesional, son:

1.- Asegurarnos que no es un diente de leche, ya que no debe reimplantarse, esto es importante en niños con dentición mixta, primaria y definitiva.

2.- Mantener a la persona herida en calma y atenderle las posibles lesiones asociadas al traumatismo que ha originado la perdida de la pieza dental (heridas, hemorragias,..).

3.- Si el diente está sucio, lo cogeremos por la parte de la corona, sin tocar las raíces, y lo lavaremos en agua durante 10 segundos, sin rascar ni frotar.

4.- Se puede intentar animar al paciente a reimplantar el diente en el aveolo del que ha caído, si se consigue esto, hacer morder un pañuelo para que se mantenga en su sitio y acudir urgentemente a la consulta de odontología.

5.- Si  no fuera posible reimplantar el diente en su sitio, deberemos ponerlo en un medio de conservación adecuado, como un vaso de leche o de agua con sal (una cucharadita).

6.- Como última solución, si tampoco lo anterior fuera posible, para evitar que el diente se seque y pierda su vitalidad, se puede colocar en el interior de la boca entre las muelas y el interior de la mejilla.

7.- Se debe evitar conservar el diente en agua.

8.- Buscar con urgencia tratamiento profesional, pues las posibilidades de curación y de que no aparezcan complicaciones posteriores dependen de ello. Generalmente para conseguir unos resultados óptimos en la reimplantación de una pieza dental, la atención debe realizarse en la primera hora tras el traumatismo que la ha originado.

En ocasiones también se puede reimplantar un diente partido, tomando las mismas medidas con el trozo de diente que se ha soltado y recibiendo atención odontológica de forma urgente, donde se valorará, generalmente con radiografía,  si las raíces de la pieza partida sufren lesiones o fracturas que impidan su conservación.