Aproximadamente el 20% de la personas sufren una alteración en la que la parte superior del estomago atraviesa el diafragma y se sitúa en la cavidad torácica. En la muchas de estas personas solo se detecta de forma casual al realizar una radiografía por otras causas, pero en el resto puede llegar a producir molestias digestivas que en algunos casos llegan a ser importantes.
Aunque existen 4 tipos de hernias de hiato, la más común, denominada hernia de hiato deslizante, consiste en que la zona en que se conectan el esofago con el estómago se desliza hacia arriba atravesando el diafragma y ocupando la parte superior del estomago la cavidad torácica.
Muchas de las personas que la padecen o bien no tienen síntomas o estos son muy leves, generalmente debidos al reflujo del contenido ácido del estómago hacia el esófago:
- Ardor, acidez o molestias en el pecho.
- Sensación de plenitud en el pecho después de las comidas.
- Eructos frecuentes.
- Sabor ácido en la boca.
- Dificultades al tragar alimentos.
El tratamiento de esta afección se realiza mediante fármacos tanto para controlar la acidez del estomago como para fortalecer la musculatura inferior del esófago, impidiendo el reflujo del contenido ácido del estómago. Existen algunos casos en los que se debe recurrir a la cirugía para reparar esta alteración.
Tiene como complicaciones más frecuentes, el sangrado crónico con la consiguiente anemia ferropenica y la estrangulación (obstrucción) de la hernia, ambas situaciones se dan cuando las hernias son grandes.
Lo que podemos hacer en caso de padecerla para intentar mejorar los síntomas de la hernia de hiato es:
- En caso de padecer sobrepeso, intentar perder el exceso de peso adicional, pues la obesidad es uno de los principales factores de riesgo para padecer esta afección.
- No acostarse hasta una hora después de haber ingerido una comida.
- Intentar no tomar determinados productos que favorecen el reflujo gastroesofágico, como: chocolate, café, mentas, pimienta, cítricos, comidas grasas, ademas del tabaco y alcohol.
- También existen medicamentos que favorecen el reflujo como los antirreumáticos, anticonceptivos, anticolinérgicos, teofilina y algunos antidepresivos entre otros.