Es bien conocido, gracias a multitud de investigaciones clínicas existentes, la influencia de algunos nutrientes a la hora de prevenir o disminuir la incidencia de determinadas enfermedades oculares, sin olvidar su papel fundamental en el desarrollo y correcta adquisición de todas las funciones de nuestro sistema visual en las edades más tempranas de la vida.
Según la OMS, el deterioro grave de la visión es un problema que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo; destacando como principales causas: las cataratas (39%) , los errores de refracción sin corregir (18%), glaucoma (10%), la degeneración macular asociada a la edad (7%), problemas de cornea (4%), retinopatía diabética (4%) y problemas visuales en los niños, generalmente por deficits vitamínicos (3%).
Entre los nutrientes y otros componentes de los alimentos que están presentes en los tejidos oculares, destacan los carotenoides luteína y zeaxantina, las vitaminas A, C y E, junto con algunos ácidos grasos polinsaturados omega 3. Todos estos elementos van a tener un papel diferente en dependencia de la edad, así por ejemplo el tocoferol irá aumentando en la retina desde el nacimiento hasta aproximadamente los 50 años, para ir disminuyendo a partir de esa edad.
Los carotenoides forman el pigmento de la mácula, la zona de máxima visión en nuestra retina, absorbiendo la luz y facilitando así el importante trabajo de la retina a la hora de captar las imágenes., evitando el deslumbramiento.
Las vitaminas junto con algunas enzimas existentes en el ojo, realizan una función antioxidante atenuando las reactividad de los radicales libres, que en el caso de nuestro sistema visual es muy alta debido a que los procesos metabolicos que en el suceden son grandes en cantidad y velocidad.
Entre los componentes de la dieta que en numerosos estudios epidemiológicos han demostrado su intervención en enfermedades oculares destacan las vitaminas alfa-tocoferol y ácido ascórbico; minerales como el zinc, selenio, manganeso y cobre y carotenoides como la luteína, zeaxantina y el beta-caroteno.
El estudio AREDS fué el primer gran estudio realizado a gran escala (participaron más de 3.500 personas con degeneración macular) para determinar los principales factores nutricionales que afectan a nuestro sistema visual, encontrando 2 grupos de nutrientes, que benefician a las personas con degeneración macular:
- Antioxidantes: Vitamina C 500 mg/día, Vitamina E 400 mg/día y beta-caroteno 15 mg/día.
- Zinc 80 mg/día.
Los beta-carotenos los podemos obtener en la dieta a partir de alimentos como las espinacas, lechuga, acelgas y otras verduras de hoja verde, junto con las naranjas o patatas. Entre los alimentos con mayor cantidad de zinc se encuentran las carnes de ave, frutos secos y las semillas de sésamo y calabaza.
Entre los alimentos con abundante cantidad de vitamina C están las frutas como el kiwi, fresas o los cítricos. Los frutos secos como las almendras y cacahuetes, las semillas de girasol, aceite de germen de trigo y aceíte de soja son fuentes alimenticias de vitamina E.
Las fuentes ricas en ácidos grasos omega 3 son los peces de aguas frías, incluyendo el salmón o sardinas, una alternativa en el mundo vegetal puede ser la chia o salvia hispánica.