Entre el 1-3% de la población padece algún tipo de alergia alimentaria, siendo más frecuente en menores de 3 años donde esta cifra llega al 8%, y según la Sociedad Española de Alergología, el número de diagnósticos se ha multiplicado por 2 en los últimos diez años, sobretodo las alergias a frutos secos.
Se considera alergia alimentaria a la exagerada respuesta del sistema defensivo ante la presencia de determinados alimentos en nuestro organismo. Esta respuesta generalmente está mediada por la Inmunoglobulina E (IgE) desencadenando una serie de reacciones en diferentes partes del cuerpo, como el intestino y otras partes del sistema digestivo, en la piel, mucosas y también en nuestro sistema respiratorio.
Estas reacciones suelen comenzar entre 1-2 horas después de la ingesta del alimento que ha desencadenado la alergia, y su gravedad depende de la intensidad con la que se haya desencadenado la respuesta inmunitaria. Entre las principales manifestaciones de esta alteración destacan:
- Cutáneas: la aparición de una urticaria suele ser lo más frecuente.
- Síndrome de alergia oral: por la afección de las mucosas de la boca, faringe y vías respiratorias. Es muy importante su control en personas previamente diagnosticadas de asma, pues puede llevar a situaciones de extrema gravedad.
- Digestivas: pudiendo aparecer nauseas, vomitos, diarreas, dolor o distensión abdominal.
- Existen otras manifestaciones que se dan con menos frecuencia, como la dificultad al deglutir o la aparición de edema o hinchazón en los párpados o en los labios.
Todo este abanico de síntomas se manifiestan bien de forma solitaria, o en diferentes grupos.
Actualmente podemos dividir las principales alergias alimentarias a las que estamos expuestos en 5 grupos:
1.- Alergia al huevo: muy frecuente entre niños de 1-5 años, representando el 45% de las consultas por alergia alimentaria a estas edades. Afortunadamente el 70% de los niños alérgicos al huevo se terminan curando con el paso de la edad.
2.- Alergia al pescado y marisco: la primera de ellas también tiene su aparición en los primeros años de vida, pero a diferencia de la alergia al huevo tiene a permanecer durante años e incluso toda la vida. En el caso de la alergia al marisco su aparición es en la edad adulta, por su introducción a la dieta más tardíamente, y de igual forma asuele ser para toda la vida.
Es importante destacar que incluso la simple inhalación de los humos provenientes de la cocción del pescado o marisco, puede desencadenar manifestaciones alérgicas.
3.- Alergia a la leche: entre 1-2% de los niños desarrolla alergia a la leche durantye el primer año de vida, teniendo de forma muy general una base hereditaria. En general suele ser una situación temporal y la evolución a largo plazo suele ser buena.
4.- Alergia a verduras y frutas: muy frecuente también su aparición en menores de 5 años, destacando en el grupo de las frutas: el melocotón, albaricoque, cerezas, manzanas, pera y fresa. En el grupo de las verduras, destacan las hortalizas: tomate, col, lechuga, zanahoria y berenjena.
5.- Alergia a los cereales, legumbres y frutos secos: la alergia a frutos secos es la principal causa de esta alteración diagnosticada en adultos, sin olvidar que también aparece de forma importante en niños. Entre el grupo de la legumbre encontramos las lentejas, garbanzos, guisantes y soja. Las incidencia de alergia a los cereales es baja comparada con el resto, sobretodo en personas adultas.
En todos los casos es fundamental el correcto diagnóstico de la alergia mediante los test inmunológicos y restos de pruebas que su médico indique; diferenciándola así de una intolerancia alimentaria donde no existe respuesta exagerada del sistema defensivo.