Dolores debidos al crecimiento en los niños.


Una de las situaciones que suelen originar preocupación en los padres, sobretodo de niños entre 4 y 8 años, es ver como se despiertan a lo largo de la noche quejándose de dolor en una o ambas piernas, por lo que es bastante tranquilizador saber como debemos actuar ante este tipo de situación para calmar nuestros hijos.

El dolor suele manifestarse como una sensación de tensión o malestar en los músculos de diferentes partes de las piernas, siendo muy habitual las pantorrillas, muslos e incluso en los tobillos. Como decíamos puede darse en una o en ambas piernas, despertando al niño en plena noche.


Generalmente suele durar entre 10 y 30 minutos, aunque hay casos en los que puede alargarse este tiempo, despareciendo por la mañana. No se sabe de forma exacta cual es la causa de estas molestias, existiendo diferentes teorías entre las que destacan la actividad física que el niño ha realizado durante el día y la insuficiencia de líquidos en el cuerpo.

Una vez que tengamos confirmado por nuestro pediatra que el origen de esas molestias se debe a dolores de crecimiento, podemos intentar ayudar al niño a sentirse mejor, podemos poner en práctica determinados consejos:

- Poner calor en la zona dolorida, a través de almohadilla calefactora o compresas tibias (no calientes) debajo de la zona dolorida hasta que se alivien las molestias.

- Masajear la zona dolorida del niño frotando suavemente y siguiendo la trayectoria del musculo afectado.

Ibuprofeno, podemos darle una dosis correspondiente a su peso ya que le ayudará a relajar el músculo afectado y volver a conciliar el sueño.

- Mantener una correcta hidratación en el niño, asegurándonos del que el niño tiene siempre agua disponible a lo largo del día.