Como tonificar nuestra piel cuando perdemos peso.

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Las perdidas rápida e importantes de peso que se producen cuando nos sometemos a restricciones alimentarias con dietas, realizamos ejercicio físico de alta intensidad o tras un embarazo, tienen repercusión en la elasticidad de nuestra piel sobretodo en determinadas zonas como abdomen, cuello, senos, nalgas y muslos.


El primer factor que se debe considerar es el desequilibrio en el balance entre ingreso y consumo de proteínas que nuestro cuerpo va a sufrir mientras estamos perdiendo peso. Esta perdida proteica va a afectar a la síntesis de fibras de colágeno, causando una disminución de esta tanto en cantidad como en calidad.

Si a este primer factor añadimos un cierto grado de deshidratación que se va a asociar a estas situaciones, el resultado es la aparición de una piel con baja elasticidad y turgencia, apareciendo lo que conocemos como piel flácida y estrías.

Las medidas preventivas que podemos poner en practicar para no llegar a esta situación, debemos aplicarlas desde el primer momento que decidimos perder peso y no esperar a su aparición, ya que si no existe una enfermedad asociada, la efectividad de estas medidas suele ser muy alta:

1.- Hidratación: la disminución en el aporte de proteínas que conllevan muchas dietas o el aumento de consumo de estas que conlleva la actividad física o el embarazo, llevan a que la cantidad total de proteínas en nuestro organismo sea menor de lo deseado. Para compensar este déficit proteíco, los riñones aumentan la eliminación de agua.

Esta es la razón por la que debemos realizar un correcto aporte hídrico a nuestro organismo, que rondara entre 1,5-2 litros de agua al día, debiendo renunciar a realizar este aporte mediante bebidas como el te, café o bebidas azucaradas, por su efecto diurético.

Debemos tener en cuenta también que la aparición de una piel con poca elasticidad y turgencia, es un signo tardío de deshidratación y aparece cuando esta es moderada o grave.

Junto con la reposición de agua mediante nuestra alimentación podemos añadir cremas o leches hidratantes para ayudar a la recuperación de la piel en las zonas más afectadas por la deshidratación.

2.- Colágeno: la fibras de colágeno son el verdadero "andamio" de nuestra piel y la disminución en su producción junto a la menor calidad de la fibras producidas son un factor importante a tratar para evitar la pérdida de elasticidad en la piel.

Para conseguir este objetivo debemos introducir en nuestra alimentación, sigamos una dieta o no, alimentos con proteínas de primera calidad que contienen las carnes, pescados, legumbres,frutos secos o lácteos.

Además, los complementos alimenticios que favorecen la síntesis de colágeno son la vitamina C, magnesio y el ácido hialurónico. Los productos antioxidantes naturales como los alimentos que contienen carotenos (zanahoria, tomate, ..), selenio ( que casualmente lo contienen los alimentos ricos en proteínas como los frutos secos o legumbres) o ácido lipoíco (yogur, espinacas o acelgas).

3.- Tonificación Muscular: la realización de determinadas tablas de ejercicio físico que tonifiquen los grupos musculares de las zonas de nuestro cuerpo más afectada por la flacidez de la piel son otro complemento para prevenirla.

También pequeñas sesiones diarias con aparatos de electroestimulación ayudan de forma eficaz tanto a la tonificación muscular como al aumento de la síntesis de colágeno obteniendo evidentes y satisfactorios resultados en poco tiempo.


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Junto con estas medidas, debemos evitar determinadas dietas como las "yo-yo" con rápidas disminuciones y aumentos de peso, siendo mucho más recomendable ponernos en manos de profesionales de la nutrición si decidimos perder algunos kilos, para que esta disminución sea progresiva y lo más saludable posible.