En el campo de las enfermedades infecciosas, se denominan vectores al conjunto de insectos que se alimentan de la sangre de un ser vivo infectado por un microorganismo, inyectándolo posteriormente con su picadura a un nuevo ser vivo, transmitiendo de esta forma una enfermedad infecciosa de un huésped a otro.
Forma parte de la responsabilidad del viajero conocer si la zona a visitar presenta una alta incidencia de cualquier enfermedad infecciosa , no solo para tomar antes y después del viaje todas las medidas preventivas (vacunas, fármacos,..) que su médico le indique, si no que también le será de gran utilidad para equiparse con determinado material que le ayudará a evitar las picaduras de estos insectos.
Los viajeros suelen tener menor riesgo de exposición a enfermedades infecciosas transmitidas por vectores en las zonas urbanas, especialmente si duerme en habitaciones con aire acondicionado. Sin embargo pueden estar expuestos a los vectores del Dengue, que son frecuentes en áreas urbanas de determinados países tropicales y pican durante el día.
Los viajeros a zonas rurales o a zonas con bajos niveles de higiene y saneamiento, corren un mayor riesgo de estar expuestos a las picaduras de estos insectos, por lo que se les recomienda tomar determinadas medidas preventivas, como:
1.- Repelentes de insectos: son sustancias que se aplican en las zonas de piel expuestas o en las ropas de vestir. Se debe elegir un repelente que contenga DEET (N,N-dietil-3-metilbenzamida), IR3535 o Icaridin. Estas sustancias repelen a los insectos pero no los mata. Deberemos así mismo tener cuidado a la hora de aplicarlo para que no entre en contacto con nuestras mucosas, ojos. zonas de piel muy sensibles o que hayan estado muy expuestas al sol. Suele ser recomendable su palicación cada 3-4 horas, sobretodo en climas cálidos y humedos donde se tiende a sudar más.
La aplicación sobre las ropas de vestir tiende a alargar su efecto, pero debemos seguir las normas del fabricante ya que puede dañar determinadas prendas.
No debemos exceder las dosis que estén indicadas por el fabricante, fundamentalmente en niños pequeños y mujeres embarazadas.
2.- Mosquiteras: son un medio excelente de protección contra las picaduras mientras se está durmiendo. Debemos introducirlas por debajo del colchón para no dejar espacios a los mosquitos y deben tener orificios de un tamaño menor a 1,5 mm. Son más efectivas las que están tratadas con algún insecticida.
3.- Espirales contra mosquitos: generalmente con un piretroide sintético como principio activo, son el ejemplo más conocido de vaporizador insecticida. Existen otros productos más sofisticados que necesitan electricidad, como mlos difusores de insecticidas o vaporizadores que funcionan con bateria, y que pueden usarse también durante el día.
4.- Sprays con aerosoles: para matar insectos voladores de formá rápida son muy eficaces. En las zonas de dormir interiores deben aplicarse antes de irse a la cama.
Su efecto es de corta duración, por lo que se recomiendan usarlos de forma combinada con mosquiteras o vaporizadores. Los sprays para insectos reptantes (cucarachas y hormigas) deben aplicarse sobre las superficie por donde andan.
5.- Ropas de protección: suelen ser de utilidad durante las horas diurnas, siendo de especial interés para evitar picaduras el grosor de estas prendas. Se consigue una protección extra tratándolas con permetrin o etofenprox para impedir que los mosquitos piquen a través de la ropa.
En las zonas infectadas con garrapatas y pulgas deben protegerse los pies con calzado apropiado y metiendo los pantalones por debajo de los calcetines.
Los viajeros que acampan en tienda deben usar una combinación de repelentes y pantallas de protección contra mosquitos. Generalmente el tamaño de los orificios de las mallas de protección de las tiendas de campaña suele ser mayor de 1,5 mm. por lo que se recomienda añadir una red de protección contra mosquitos.
Se deben buscar alojamientos donde las puertas y ventanas tengan pantallas de protección contra mosquitos. También debemos evitar el contacto con agua dulce, lagos, zonas de regadío, arroyos y ríos de corriente lenta en áreas donde exista equistosomiasis.