Existen determinados hitos en el desarrollo de un bebé, que nos van marcando de forma aproximada si su proceso a la hora de adquirir sus facultades psicomotoras es el correcto. El sistema visual no es ajeno a este proceso y durante los primeros meses de vida el bebé va a ir mostrando como adquiere diferentes habilidades y funciones también en el ámbito de su visión.
Durante los reconocimientos periódicos que el pediatra realiza a un bebe, practicará determinadas pruebas con el fin de comprobar su correcto desarrollo visual, pero además puede realizarnos determinadas preguntas sobre el comportamiento habitual del pequeño, que también servirán para confirmar su salud visual.
Al igual que en casi todos los aspectos relacionados con la salud, existe un componente individual que nos permite ser flexible a la hora de ir comprobando como un bebé va adquiriendo sus funciones visuales, por lo que no es conveniente obsesionarse por presuntos retrasos en este desarrollo, siendo el médico quien determine si es necesario realizar pruebas complementarias o no.
Lo que sí es cierto, es que la mayoría de los niños van alcanzando determinadas metas o hitos a lo largo de su desarrollo en determinados meses de vida, que en el aspecto visual se pueden concretar en:
- 2-3 meses: es la época en que empiezan a levantar la cabeza, sin tener todavía capacidad de mantenerla erguida. En este periodo el pequeño puede seguir con la mirada cuando se mueve por una persona por la habitación o también seguir un punto brillante o luminoso, pero lo hace moviendo la cabeza para desplazar la mirada.
- 4-5 meses: ya es capaz de mantener la cabeza levantada, y es cuando aprende a mover los ojos independientemente de la cabeza, empieza también a enfocar mejor y por lo tanto irá poco a poco viendo las caras de las personas menos borrosas. Va aumentado su capacidad para ir viendo diferentes colores.
- 6-7 meses: una época muy importante para el movimiento conjugado de ambos ojos, por lo que juguetes que con su movimiento fortalezcan esta función son básicos. También es la época en que se van fusionando en una sola imagen las dos imágenes de cada ojo, por lo que se va adquiriendo la visión de relieve o estereopsis.
- 8-9 meses: una fase muy importante, pues el bebé comienza a gatear, lo que favorece de forma fundamental la integración de los dos hemisferios cerebrales (desarrollo psicomotor grueso) y también el agarre voluntario de objetos y la capacidad de pasárselos de una mano a otra, lo que favorece la coordinación entre la visión y los movimientos de la mano (desarrollo psicomotor fino).
- Alrededor del año de edad, todas estas funciones que se han ido adquiriendo paulatinamente se han fortalecido lo suficiente para que la mayoría de los movimientos de su cuerpo sean dirigidos y coordinados por su visión.
En esta época el cálculo de distancias es bastante eficaz, la coordinación mano-visión le permite coger y lanzar objetos con bastante efectividad.
Tras este primer año de vida y según el niño vaya adquiriendo autonomía en su desarrollo, la visión seguirá desarrollándose hasta alcanzar su madurez y 100% de funcionamiento hacia los 8-9 años de edad.