Una pequeña alteración en la anatomía de nuestro párpado inferior denominada ectropión, puede provocar la molestia de tener constantemente los ojos llorosos, siendo una importante causa de consulta en oftalmología.
El sistema de desagüe de las lágrimas se inicia en un pequeño punto situado en el párpado inferior (punto lagrimal), por donde la lagrima pasa ayudada por el parpadeo del ojo, que la arrastra hacia ese punto, llegando hasta el saco lagrimal.
Cuando este drenaje no es correcto impidiendo que la lagrima pueda abandonar el ojo, se provoca que estemos llorando constantemente. Es necesario que el punto y conducto lagrimal tengan el calibre suficiente para que el torrente de lágrima circule por ellos sin problema (correcta permeabilidad de la vía lagrimal).
En condiciones normales, el punto lagrimal está pegado al ojo, esto permite que una vez el párpado superior arrastra la lágrima hasta el inferior, esta discurra por el borde de este párpado inferior hasta llegar al punto lagrimal donde desagua.
Gafas de sol. |
Cuando no existe este intimo contacto entre el punto lagrimal y el globo ocular, la lagrima encuentra dificultades para encontrar su salida por el punto lagrimal y caen constantemente en la cara, dando la sensación de lloriqueo de los ojos, denominándose a esta situación Ectropión del punto lagrimal.
Es una situación muy molesta, pero que afortunadamente se puede solucionar con una cirugía de tipo ambulatorio, cuyo objetivo es recolocar el punto lagrimal contactando con el globo ocular y tensando el parpado inferior, todo ello para restituir la permeabilidad de la vía lagrimal.