Aunque todavía son poco frecuentes, tanto el aumento del número de participantes como el incremento en la edad media de las personas que asisten a clases yoga, ha elevado la tasa de lesiones relacionadas con esta actividad física.
Existen evidencias clínicas que demuestran los beneficios que para nuestra salud tiene el yoga, principalmente en las patologías osteo-musculares, el control de la presión arterial, frecuencia cardíaca y el colesterol, junto con una mejora en los estados de depresión, ansiedad y problemas del sueño.
Pero como en cualquier otra actividad física, es conveniente adaptar el nivel de su práctica al estado físico de cada persona, que en el caso del yoga esta muy relacionado con la flexibilidad de nuestras articulaciones. Cada persona debe elegir el nivel de clases de yoga a la que asiste según su condición fisica para evitar desagradables consecuencias.
Las principales lesiones que pueden aparecer si no se tienen en cuenta estos factores uindividuales son:
- El pinzamiento en la articulación de la cadera, debido a que el yoga conlleva muchas flexiones y rotaciones de esta zona, lo que puede provocar dolor debido a la forma y estructura de los huesos que la forman (acetábulo).
- Las torceduras o esguinces en las articulaciones son también un problema frecuente en esta actividad, al intentar forzar el estiramiento de los ligamentos que dan estabilidad a las articulaciones.
- Las distensiones musculares, debido también al excesivo estiramiento de determinados grupos musculares.
- Las fracturas oseas constituyen un número muy reducido, estando entorno al 5% del total de lesiones relacionadas con el yoga.
Conviene también reseñar la importante diferencia existente en la tasa de lesiones según la edad media de los participantes, así en los mayores de 65 años encontramos una tasa de 58 lesiones por cada 100.000 practicantes de yoga. Cifra considerablemente más alta que la del resto de la población, cuya tasa se sitúa en 17 lesiones por cada 100.000 practicantes de yoga.
Una correcta elección de la persona que nos va a instruir en la práctica del yoga, la progresión en su praáctica, adaptándola a la condición física y fundamentalmente a la flexibilidad articular y muscular de cada persona, junto a una buena mentalización para no acudir a clases yoga con el espiritu competitivo que se aplican en otros deportes, son los consejos que dan los expertos para intentar reducir al máximo todo este tipo de lesiones.