Exposición al frío: hipotermia por inmersión.


El frío, más que el ahogamiento, es la principal causa de muerte en el mar tras efectuar una inmersión, ya que la confusión seguida de perdida de conocimiento, quedando la cabeza sumergida en el agua en esas condiciones, es la causa del ahogamiento.

Nadar en agua muy fría, por debajo de 5ºC, incluso en nadadores experimentados, sin la ropa adecuada incluyendo chaleco salvavidas que en caso de accidente mantenga la cabeza fuera del agua, es una situación peligrosa, ya que existe un elevado riesgo de sufrir un  fallo cardíaco debido a la hipotermia.

Las personas que practican actividades sobre el agua, durante el invierno, como el patinaje o la pesca, deben ser conscientes que debe evitarse la inmersión de todo el cuerpo, ya que el tiempo medio que transcurre entre esta inmersión y la muerte es inferior a los 30 minutos.

Se debe tener en cuenta que las personas con menor grosor en su tejido adiposo, generalmente niños y adultos mayores, tienen una menor tolerancia a la exposición a bajas temperaturas, por lo que este tiempo será menor.

El tratamiento inmediato es mucho más importante que cualquier otra actuación posterior encaminada a reanimar a las víctimas de hipotermia por inmersión. Un baño caliente ( a una temperatura no superior a la mano sumergida) es el método más eficaz para conseguirlo.

En caso de ahogamiento, la parada cardio-respiratoria deber ser tratada aplicando inmediatamente masaje cardíaco externo y ventilación artificial. El masaje cardíaco no debe aplicarse a no ser que el corazón se haya parado. Las personas que han aspirado agua, deben ser siempre enviadas a un hospital, para evaluar posibles complicaciones pulmonares.