¿Cómo funciona el sentido del equilibrio?


El procesamiento e integración de toda la información que diferentes partes del cuerpo como los ojos, oído interno, músculos, tendones y articulaciones envían a nuestro cerebro a través del tronco encefalo, son la base para que podamos mantener el denominado, sentido del equilibrio.


Un sentido del equilibrio correcto, depende del buen funcionamiento de tres sistemas de nuestros organismo, que son:

- Sistema visual: enviando información sobre la posición de la cabeza y del resto del cuerpo, junto a la distancia y movimiento de los objetos que nos rodean en cada momento.

- Sistema propioceptivo: formado por los músculos, tendones y articulaciones, donde existen receptores especiales que recogen información sobre la presión y movimiento de estas estructuras. Esta información ayuda al cerebro a saber como se encuentran situados los pies  y las piernas respecto a la superficie y en que posición se haya la cabeza con respecto a los hombros y el pecho.

- Sistema vestibular: en el oído interno se encuentran una serie de órganos encargados de recoger información sobre la posición y movimientos de la cabeza con respecto a los tres planos del espacio. De esta forma nos encontramos con:
     
      . Utrículo y sáculo: orientados en el plano horizontal y vertical del espacio, informan sobre los movimientos lineales de la cabeza, por ejemplo si estamos viajando o en un ascensor en movimiento.

    . Canales semicirculares: son 3 según su orientación espacial, el posterior, el anterior y el lateral. Proporcionan información sobre los movimiento angulares de la cabeza con respecto a los planos en que estos canales están orientados.

Toda esta información se envía al tallo cerebral o tronco encéfalo, que también recibe datos de otras estructuras como el cerebelo y la propia corteza cerebral, que envía experiencias pasadas que han afectado a nuestro equilibrio, como el haber andado por la arena de la playa, o estar en una habitación oscura que ya conocemos.

Cuando todos estos datos ya están analizados y procesados, el tronco encéfalo envía estímulos a nuestros ojos y otras partes del cuerpo para que sus movimientos colaboren a mantener el equilibrio del todo el cuerpo.