Por lo general, ninguna mujer necesita seguir una dieta especial que mejore la calidad de su leche cuando está amamantando, pero tras 9 meses de gestación, donde se han producido grandes cambios en su organismo, incluidos los metabólicos y endocrinos, el periodo de lactancia puede ser una esplendida oportunidad para introducir unos hábitos alimentarios que mejoren su salud y bienestar más alla de este periodo en su maternidad.
Como siempre que damos consejos nutricionales, lo más importante de una dieta es que esta sea variada, para así aportar todos los nutrientes necesarios y proporcionada en calorías según la masa corporal y estilo de vida de cada persona.
En el caso de las mujeres en periodo de lactancia, las necesidades energéticas aumentan de forma media en 500 calorías al día, variando esta cifra de una mujer a otra. Los grupos de alimentos que van a proporcionar este aporte energético los podemos dividir en los siguientes grupos:
- Pan, arroz, cereales y pasta: aportan fundamentalmente hidratos de carbono.
- Verduras y frutas: vitaminas y minerales.
- Leche, yogur, queso y huevos: proteínas y lípidos.
- Carnes de ave y pescado: proteínas de origen animal.
- Legumbres, frutos secos: proteínas de origen vegetal.
- Grasas, aceites y dulces, que deberemos tomar de forma poco frecuente.
Se debe ir eligiendo alimentos de los diferentes grupos, de forma variada, para así aportar los principios inmediatos necesarios para mantener nuestro cuerpo es un estado saludable.
En el caso de las mujeres que están amamantando, las sugerencias que pueden ayudar a que esta época de su vida sea más saludable, pero que también podrá seguir posteriormente son:
- Beber siempre que se sienta sed. No hay una cantidad determinada de agua que se necesite beber para producir una determinada cantidad de leche.
- Para saciar el hambre que se pueda tener entre comidas, es preferibles elegir frutas o productos lácteos bajos en grasas.
- Siguiendo las sugerencias de su médico, se puede puede complementar la dieta con la toma de suplementos alimentarios.
- Limitar los alimentos con alto contenido en grasas y en azucares.
- La cafeína, que no solo se encuentra en el café, sino también en las bebidas de cola, te y chocolate, pasa a la leche del pecho, por lo que deberemos restringir su uso.
- La toma de cualquier medicamento debe ser consultado con su médico, pues existen múltiples sustancias en su composición que también pasan a la leche.
- Por supuesto que el tabaco, alcohol o cualquier tipo de droga afecta no solo a la madres sino también al niño a través de la leche materna.