El ligamento cruzado anterior de la rodilla (LCA) tienen un importante papel en los deportes con cambios bruscos de dirección o giros, como el fútbol, esquí, balonmano o rugby. Aproximadamente el 15% de los deportistas que sufren una lesión de este ligamento, no se recuperan.
El ligamento cruzado anterior (LCA), está en la parte media de la rodilla. Impide que la tibia se deslice hacia afuera frente al fémur y su lesión consiste en una ruptura o estiramiento excesivos. La ruptura puede ser parcial o completa.
Las principales causas de una lesión del LCA al practicar deporte son:
- Recibir un golpe fuerte al lado de la rodilla, como puede suceder durante una entrada en el fútbol americano
- Extender excesivamente la articulación de la rodilla.
- Hacer una parada rápida y cambiar de dirección mientras se está corriendo, aterrizando de un salto o girando.
Los síntomas están en dependencia del grado de lesión que se haya producido, pero por lo general son:
- Un sonido "crujiente" al momento de la lesión
- Inflamación de la rodilla dentro de las 6 horas posteriores a la lesión
- Dolor, especialmente cuando se trata de poner peso sobre la pierna lesionada
Aquellas personas que tienen sólo una lesión leve pueden notar que la rodilla se siente inestable o parece "aflojarse" cuando se utiliza.
Los primeros auxilios para una lesión del LCA pueden incluir:
- Elevación de la articulación por encima del nivel del corazón
- Aplicación de hielo en la rodilla
- Analgésicos tales como los antiinflamatorios no esteroides (como el ibuprofeno).
Es un signo de urgencia médica si el pie se enfría y se vuelve azul después de una lesión de rodilla, ya que puede significar que la articulación de la rodilla puede estar dislocada, y los vasos sanguíneos que van al pie pueden estar lesionados.
Algunas personas pueden vivir y desempeñarse normalmente con un LCA roto. Sin embargo, la mayoría se queja de que la rodilla es inestable y puede "ceder" ante la actividad física.
El uso de férulas para las rodillas durante la actividad atlética vigorosa (como el fútbol americano) es controversial. No se ha demostrado que reduzca la cantidad de lesiones de rodilla, y menos específicamente las lesiones de LCA.
El tratamiento definitivo de una lesión en el LCA estará en dependencia del tipo de lesión y de su grado. La mayoría de los casos requieren cirugía para la reconstrucción del ligamento y una terapia física para ayudar a mejorar el movimiento de la rodilla y fortalecer la musculatura de la pierna.