Hiperhidrosis: como evitar la excesiva sudoración.

La excesiva sudoración en una o diferentes zonas del cuerpo afecta al 3% de la población, siendo uno de los problemas que más pueden influir en las actividades y relaciones tanto personales como sociales.

Aunque esta alteración que tiende a iniciarse en la infancia y pubertad, suele ser tratada por un dermatólogo, no se ha encontrado una causa concreta que la motive, aunque si existen diferentes  factores a considerar en su origen:

- Aproximadamente el 40% de las personas que la padecen tienen un familiar en la misma situación, por lo que se considera una enfermedad hereditaria.

- En la hiperhidrosis generalizada existe un desequilibrio en el sistema nervioso autónomo con zonas de la piel de poca sudoración (hipohidrosis) y otras de excesiva sudoración de forma compensatoria.

- Es más frecuente en determinadas enfermedades como el hipertiroidismo y el hiperpituitarismo (excesiva producción de hormona del crecimiento por parte de la hipófisis), diabetes y en determinados tumores.

Los métodos más eficaces de los que actualmente se disponen para combatir esta afección son:

- Para la hiperhidrosis axilar y en menor grado para la de manos y pies, las soluciones antitranspirantes que contienen hexahidrato de cloruro aluminico, aplicándose por la noche sobre la piel que previamente se ha secado y aclarando por la mañana. No debe aplicarse en las 12 horas siguientes  a un afeitado depilación. Se deben reducir las aplicaciones semanales una vez controlado el cuadro, ya que este tratamiento tiende a resecar mucho la piel.
   Existen una importante controversia entre diferentes estudios científicos sobre la asociación entre el uso de este producto y el cáncer de mama por la acción del aluminio. 

- En caso de que esta vía de tratamiento no sea lo suficiente eficaz, se puede recurrir también a una técnica denominada Iontoforesis, consistente en pasar corrientes de baja corriente a través de la piel, consiguiendo así que la proteínas de la piel se coagulen y obstruyan los conductos de secreción de las glándulas sudoríparas.

- Antes de recurrir a la cirugía, que veremos en último lugar, nuestro médico puede prescribirnos un medicamento del grupo de los anticolinérgicos o toxina botulínica. Ambas tienen el problema de presentar importantes efectos secundarios y en algunas personas estar directamente contraindicadas.

- La técnica quirúrgica en la que en algunas personas se debe recurrir para intentar solucionar este problema se denomina simpatectomía, que se realiza bajo anestesia general y consiste en desconectar el sistema nervioso autónomo simpático del resto del cuerpo.
   Además de los problemas propios de cualquier cirugía con anestesia general, puede también presentar diferentes complicaciones destacando la aparición de nuevas zonas de sudoración excesiva para compensar la escasa sudoración en las zonas afectadas por esta cirugía.

Puede suceder en determinadas personas que a este problema de excesiva sudoración se añada el mal olor, situación que se denomina bromhidrosis y que se suele tratar con una crema o polvo de antibacteriano, tipo la clohexidrina, aplicado 2 veces al día.