Halitosis: ¿qué medidas podemos tomar para evitar el mal aliento?

El olor desagradable procedente del aliento de una persona o halitosis,  puede llegar a tener importantes repercusiones sociales, como el aislamiento, económicas por el gran consumo de productos de higiene bucal y también sanitarias pues puede retrasar el diagnóstico de una enfermedad grave.



La mayoría de los adultos sufren halitosis en algún momento de su vida, calculándose que aproximadamente el 30% de las personas mayores de 60 años han padecido o padecen en algún momento halitosis.

Con mucha frecuencia las personas que tienen halitosis, lo desconocen, por la incapacidad de oler su propio aliento; hay estudios epidemiológicos que informan que el 58% de las personas son informadas por otras, un 24% lo han notado ellos mismos. En el conjunto de la población la halitosis es más frecuente entre los hombres que en las mujeres, pero en estas últimas el porcentaje que detecta la halitosis por si mismas es mucho mayor que en los hombres.

Las causas principales de mal aliento se pueden dividir en dos grupos principales:

- Halitosis fisiológica: debida a factores orales pero que no son patológicos. En este grupo destacan:
  • Aliento matutino: durante el sueño disminuye el flujo de saliva, lo que facilita el crecimiento de bacterias que produce un gas maloliente.
  • Edad: según va aumentando la edad, las glándulas salivares van degenerando con el consiguiente déficit de saliva tanto en cantidad como en calidad.
  • Boca seca o xerostomía: todas aquellas situaciones que provocan una menor cantidad de saliva en la boca tienden a provocar mal aliento. Así situaciones como la respiración nasal, las largas conversaciones o determinados medicamentos, como los anticolinérgicos, facilitan la aparición de halitosis.
  • Alimentación: tanto las situaciones de ayuno, donde nos saltamos alguna comida o si realizamos una dieta hipocalórica, favorecemos el mal aliento. Determinados alimentos como la cebolla, ajo, pastrami o alcohol, contienen metabolitos que una vez absorbidos en el intestino por nuestro organismo, pasan a los pulmones, siendo expùlsados estos metabolitos a través de la respiración. Esta situación también sucede con determinadas proteínas y grasas, por lo que los comedores de carne suelen tener peor aliento que los vegertarianos.
- Halitosis patológica
  • Causas orales: aquí se incluye cualquier proceso patológico a nivel dentario, como las caries de gran tamaño con acúmulo de comida, placa, gingivitis, abcesos dentarios o reconstrucciones dentales deterioradas y otras. También estarían en este grupo las enfermedades de la lengua, de la mucosa que tapiza la boca y de la faringe,  como las glositis, candidiasis, infecciones víricas en la faringe, entre otras.
  • Causas digestivas reflujo gastroesfágico, divertículos, infecciones, etc
  • Otras causas de origen respiratorio, neurológico o por enfermedades sistémicas como la diabetes, déficits de vitaminas o enfermedades hepáticas.
Debido a este gran  número de patologías que pueden causar mal aliento en una persona, si esta detecta una persistencia en esta situación, debe poner en manos de un médico con el objeto de diagnosticar el origen de su halitosis y así proceder a u tratamiento correcto en dependencia de la causa.

En dependencia de los resultados diagnósticos se pueden dividir a los pacientes en 5 grupos:
  1. Halitosis fisiologica
  2. Halitosis de causa oral
  3. Halitosis de causa extraoral
  4. Psedohalitosis
  5. Halitofobia.
Las pautas básicas para tratar la halitisi o mal aliento son:
  • Correcta higiene dental, incluyendo revisiones periódicas con odontólogo.
  • Restricción en las dieta de grasas y proteínas para sustituirlas por frutas y verduras.
  • Abstención del tabaco.
  • Tratamiento de las situaciones que provoquen boca seca o xerostomía, como beber abundante agua o caramelos que aumenten la secrección salivar.
  • Pastillas oxidativas, que contienen ascorbato, cuya oxidación en la boca disminuye en mal olor.
  • Colutorios y enjuagues bucales
  • En las patologías de causa extraoral debemos ponernos en manos del medico de familia y derivada al especialista correspondiente en depencia del origen de esta situación.