La "diarrea del viajero", es el síndrome clínico más común en las personas que realizan desplazamientos a destinos de alto riesgo y dependiendo de la duración de la estancia puede llegar a afectar al 80% de los viajeros.
Afecta más frecuentemente a personas que viajan desde áreas con altos niveles de higiene a otras en las que las condiciones higiénico-sanitarias son más precarias y con deficientes infraestructuras para el control de la seguridad de los alimentos, de las bebidas y del agua de consumo.
La principal manifestación es la diarrea, pero esta suele acompañarse de otros síntomas como dolor en el abdomen, nauseas, vómitos y fiebre, Puede ser causada por múltiples microorganismos, siendo las bacterias las principales responsables (Salmonella, Sighella, Campylobacter, E. coli, y otras ).
Para minimizar los riesgos de contraer este tipo de infecciones, los viajeros deberían tener precauciones con todas las bebidas y alimentos, incluso aquellas servidas en hoteles o restaurantes de alta calidad. Tampoco debemos olvidar que otra fuente con posibilidad de generar esta patología son las aguas recreativas.
Es especialmente importante que las personas de los grupos más vulnerables como bebes, niños, ancianos, mujeres embarazadas y personas con alteraciones del sistema inmunitario, adopten estrictas precauciones para evitar los alimentos y bebidas contaminadas, así como las aguas recreativas inseguras.
La mayoría de los episodios de diarrea son autolimitados, con una recuperación completa en pocos días. Es muy importante evitar la deshidratación, especialmente en niños. Tan pronto como empiece la diarrea se debe aumentar la ingestión de líquidos seguros (agua embotellada, hervida o desinfectada). La lactancia materna no se debe interrumpir.
Si la diarrea continua de forma moderada o importante se debería considerar la posibilidad de tomar una solución oral de sales de rehidratación (SRO), siguiendo las siguientes dosis:
- Niños menores de 2 años: entre 50-100 ml. después de cada deposición líquida, hasta aproximadamente medio litro al día.
- Niños de 2 a 9 años: entre 100-200 ml .después de cada deposición líquida, hasta aproximadamente 1 litro al día.
- Pacientes de 10 años o más: tanto como se desee después de cada deposición líquida hasta 2 litros al día.
Se puede fabricar de forma casera la solución salina de rehidratación añadiendo a 1 litro de agua 6 cucharaditas de azúcar y 1 cucharadita de sal. Cada cucharadita contiene un volumen de 5 mililitros.
Se debe buscar asistencia médica si la diarrea causa deshidratación grave o no responde a la terapia empírica en los 3 días siguientes y, en particular, cuando las deposiciones son muy frecuentes y muy líquidas o cuando hay sangre en las heces, vómitos de repetición o fiebre. El médico valorará la posible prescripción de antibióticos y antidiarreicos en cada caso.
La toma preventiva de antibióticos antes de comenzar un viaje es controvertida y actualmente solo está indicada en personal con una susceptibilidad aumentada a contraer infecciones así como en misiones especiales. La toma de antidiarreicos de forma preventiva esta totalmente contraindicada.