La zona core o parte central de nuestro tronco, es el centro de gravedad del cuerpo, por lo que su correcto fortalecimiento nos proporciona una mejor realización de cualquier actividad física.
Podemos describir esta parte de nuestro cuerpo como una caja que tendría como techo el diafragma y como suelo la musculatura del suelo pélvico, estando su parte anterior formada por los músculos abdominales y la parte posterior por los músculos paraespinales y glúteos.
Como hemos dicho, la gran importancia de esta zona se debe a que es el centro de gravedad de nuestro cuerpo, por lo que un correcto fortalecimiento de la misma tendrá repercusiones en el resto de las estructuras anatómicas de nuestro cuerpo. Todo esto nos permitirá no solo alcanzar mayores niveles de exigencia en nuestro deporte, si no que además será un factor determinante para prevenir multitud de lesiones derivadas de descompensaciones en la posición de nuestro cuerpo, siendo tal vez la más numerosa el dolor lumbar específico
El entrenamiento de la zona core deberemos realizarlo de forma lenta y progresiva, prestando gran atención al control de la respiración. Trabajaremos de forma básica la musculatura abdominal, lumbar y glúteo con series de ejercicios.
Este plan de ejercicios básicos se amplía o modifica en dependencia del tipo de deporte que practiquemos, pues habrá importantes diferencias si es una situación física de equilibrio con movimientos leves o movimientos explosivos. Con 1-2 sesiones a la semana de fortalecimiento de nuestra zona core iremos encontrando una posición más correcta de nuestro cuerpo a la hora de practicar deporte, con los beneficios que ello conlleva.