La neurotensina es una hormona sintetizada en el intestino delgado, más concretamente en unas células denominadas APUD. Desde que fue aislada se han ido descubriendo las múltiples funciones pero un reciente estudio también la relaciona con la tendencia a acumular grasa en el organismo.
Dentro de las múltiples funciones que esta hormona intestinal puede llevar a acabo en nuestro cuerpo, es importante destacar:
- Inhibe (frena) la secreción de ácido clorhídrico en el estomago.
- Estimula la motilidad intestinal, habiéndose descubierto en diversos estudios su relación con patologías como la enfermedad de Chron y el cáncer de colón.
- Aumenta los niveles de glucosa en sangre, estimulando la secreción de glucagón por parte del páncreas.
- Es también un potente hipotensor (baja la tensión arterial) y tiene capacidad de dilatar los vasos sanguíneos.
- Tiene efecto analgésico.
- También actúa sobre la hipófisis estimulando la secreción de FSH y LH hormonas reguladoras del ciclo ovárico en la mujer.
Junto a este conjunto de acciones, un reciente estudio dirigido por el Dr. Mark Evers, director del Centro Oncológico Markey de la Facultad de Medicina de Kentucky, ha relacionado esta hormona con la tendencia a acumular grasa en el organismo. Más concretamente los niveles altos de un precursor de esta hormona, la proneurotensina, hacían más propensas a la personas a tener un indice de masa corporal más alto y una cintura de mayor tamaño. También tenían el doble de riesgo de volverse obesos en un futuro.
La conclusión más importante que se extrae de este descubrimiento, es que la neurotensina puede añadirse a otros marcadores ya existentes con capacidad para predecir en algunas personas su tendencia a la obesidad y también a la diabetes. Siendo esto de gran utilidad para actuar con una dieta y actividad física adecuadas antes de que estas patologías aparezca.