La natación es uno de los deportes más saludables que existen tanto para nuestro sistema cardiovascular como musculo-esquelético, su práctica habitual y progresiva reporta grandes beneficios al organismo, pero como en todo deporte, el uso de técnicas incorrectas o la realización de esfuerzos que sobrepasan nuestro nivel de preparación física, puede acarrear la aparición de lesiones, siendo el popularmente conocido como “hombro del nadador” la lesión más frecuente (50-65%) de todas las que pueden aparecer en este deporte, asociándose sobre todo a la práctica del estilo croll o libre.
La articulación del hombro esta formada por el hueso húmero y la escápula, junto con una serie de tendones encargados de dar estabilidad a dicha articulación cuando esta realizando algún movimiento. Estos tendones pertenecen a los músculos supraespinoso, infraespinoso, biceps y redondo menor, constituyendo el llamado Manguito de los Rotadores, que es la estructura anatómica más afectada en esta patología, junto con la inflamacion de la bolsa sinovial (bursitis).
La realización de movimientos repetidos de hiperextensión del brazo junto con rotación interna, dará lugar a la inflamación y consiguiente aparición de dolor intenso en la zona afectada., asociándose con mayor frecuencia a una mala practica de las técnicas natatorias y de los ejercicios de calentamiento previos.
El reposo y el tratamiento fundamentalmente con analgésicos y antinflamatorios que nos preescriba nuestro médico será el pilar básico de la recuperación, pero el perfeccionamiento de nuestros ejercicios de calentamiento y tablas encaminadas a fortalecer el manguito de los rotadores serán básicos no solo para volver a la práctica deportiva y también para prevenir posibles recaídas.