Fractura de escafoides.



El escafoides es uno de los huesos que forman la muñeca, con su forma de pequeño barco se articula con los huesos radio, semilunar, hueso grande, trapecio y trapezoide. Además posee una prolongación externa o tubérculo escafoides donde se inserta el ligamento lateral externo de la muñeca.



La causa principal está en una flexión dorsal forzada de la muñeca, que se puede producir en situaciones frecuentemente relacionadas con el deporte y el ámbito laboral: 

  •  Caídas bruscas apoyando la palma de la mano en el suelo.
  •  Recepción con las manos de fuertes tiros de balón (porteros fútbol, balonmano, baloncesto,..)
  • Sin llegar a una flexión dorsal de la muñeca excesivamente forzada, en jugadores de tenis, pádel o golf este movimiento de flexión realizado de forma repetitiva puede provocar microfracturas en el hueso escafoides.

La importancia clínica que tiene esta lesión reside en dos características fundamentales además de en su frecuencia:
  1. La dificultad para su diagnóstico, pues al realizar radiografías para observar la integridad del hueso, las proyecciones habituales (anterior y lateral) generalmente no son útiles, siendo necesaria una proyección especial ( con la mano extendida hacia el lado meñique ), denominada precisamente proyección escafoidea. En algunos casos es necesario incluso recurrir a técnicas de diagnostico por imagen mas avanzadas como el TAC o la Resonancia Magnética.
  2. La deficiente vascularización del hueso escafoides, que hace que el tiempo de recuperación y rehabilitación de esta fractura sea en general más largo de lo habitual. Además las fracturas no diagnosticadas o no tratadas correctamente entrañan en casi la totalidad de los casos la aparición de complicaciones con tratamientos largos y complicados.

Los síntomas que aparecen en esta lesión son:
  • Dolor en la mitad radial de la muñeca ( desde la mitad de la muñeca hacia el lado del dedo pulgar ).
  • Aumento de este dolor al presionar sobre la articulación y al empujar el dedo pulgar hacia la muñeca.
  • Incapacidad para agarrar objetos con la mano.
  • Inflamación, entumecimiento y hematomas.

Una vez correctamente diagnosticada, nuestro traumatólogo valorará diferentes aspectos de forma individualizada, como la posición del hueso, el grado de fragmentación de este y el desplazamiento de estos fragmentos.

El tratamiento, si el desplazamiento no es importante, se basa en inmovilización de la articulación con yeso, que irá desde la mano hasta el antebrazo, durante al menos 30 días, pero pudiendo ser un periodo más largo según indiquen los controles radiológicos que se vayan haciendo.

Posteriormente será necesario un periodo de rehabilitación con fisioterapia para movilizar la muñeca, potenciar los músculos del antebrazo o la utilización de electroterapia, lásser y magnetoterapia.

En los casos en que el grado de desplazamiento de la fractura sea importante, estará indicada la intervención quirúrgica con el fin de evitar una pérdida de estabilidad de la muñeca en el futuro.