Enzimas proteolíticos.

                                                     

La tripsina y la quimiotripsina son dos enzimas producidas por el páncreas, quien las segrega al tubo digestivo. Una vez alcanzan el duodeno (primera porción del intestino delgado), son activadas por otra enzima intestinal comenzando asi, a realizar su función de degradar las proteínas de los alimentos, hasta obtener los aminoácidos.


Por muchas proteínas que ingiriéramos en nuestra alimentación de nada nos serviría sin la presencia de estas dos enzimas proteolíticas pues no obtendríamos los aminoácidos indispensables para vivir. Además y dado que estas enzimas también son absorbidas por nuestro organismo, varios estudios científicos han demostrado que gracias a su acción analgésica y antinflamatoria, pueden reducir el dolor y las molestias en lesiones deportivas, dolor de cuello, osteoartritis y neuralgia postherpética (complicación de la infección por herpes virus).

El uso más frecuente de estas enzimas es ayudar a mejorar los síntomas de maladigestión, tales como pesadez o distensión gástrica, gases, etc.. Añadir a nuestra dieta determinadas frutas y verduras principalmente  la piña y la papaya que contienen la bromelina y papaina respectivamente, facilita el proceso digestivo y mejora los síntomas de aquellas personas que sufren de maladigestión.

También existen suplementos alimenticios que contienen estas enzimas y que son usados por personas con déficit de secreción (insuficiencia pancreática) y también en deportistas que requieren un importante aumento de masa muscular y por tanto siguen una dieta hiperproteíca, requiriendo de esta suplementación de enzimas para una mayor absorción de los aminoácidos que las contienen. También y como hemos comentado anteriormente, en procesos de recuperación de lesiones deportivas estos suplementos pueden mejorar los síntomas más molestos mientras nos recuperamos.