Una de las principales molestias que padecemos con bastante frecuencia durante esta época del año, es la faringitis o dolor de garganta. La sequedad ambiental debida al uso de las calefacciones, la contaminación, el tabaco y otros factores, provoca una contracción de los vasos sanguíneos de la mucosa faríngea disminuyendo bruscamente su secrección de mucosidad que debe recubrirla y protegerla de agentes externos, con lo que se vuelve más vulnerable a cualquier tipo de agresión.
Son los virus los principales causantes de estas agresión ( casi en el 85% de las ocasiones ), hablando entonces de faringitis vírica. En el caso de las faringitis bacterianas el principal causante es el Estreptococo A apareciendo en este caso junto a la faringitis una inflamación de las amígdalas (amigdalitis).
El dolor de garganta puede cursa sin fiebre y sin apenas síntomas, exceptuando la molestia, dolor o carraspera en la garganta, pero también puede formar parte de un cuadro infeccioso con más síntomas como la fiebre, dolor muscular, inflamación de los ganglios de la garganta, dolor de cabeza o erupción cutánea.
En el caso de las faringitis víricas tardaremos de 7 a 10 días en recuperarnos totalmente y en las de tipo bacteriano, y siempre bajo prescripción médica, deberemos tomas antibióticos para resolver el cuadro. En ambos casos la toma de analgésicos, antinflamatorios y antipiréticos ( si hay fiebre ) aliviaran la enfermedad hasta que se cure totalmente.
Junto con estas medidas existen otros remedios mas caseros y tradicionales que convienen recordar pues han demostrado a lo largo de muchos años su efectividad para calmar los síntomas más desagradables:
1. Hacer gárgaras con agua tibia, disolviendo media cucharada de sal en ella. Se recomienda no hacerlo más de tres veces al día pues podemos conseguir el efecto contrario al deseado y acabar aumentando la inflamación de la mucosa faríngea.
2. La miel es otro alimento que se ha demostrado tiene capacidad para disminuir esta inflamación, siendo la bebida mas tradicional y efectiva el te con limón.
3. Algunas medidas que favorecen la secrección mucosa de la faringe y mantenerla así mas hidratada y protegida son, tomar caramelos de menta o eucalipto, o simplemente hidratarnos bien con agua o con zumos, eso si cuya temperatura no tienda a ser fría.
4. El uso de humidificadores o no elevar excesivamente la temperatura de la calefacción conseguirá que la sequedad ambiental no se tan excesiva que llegue a perjudicar nuestra garganta.